Andreas Seidl, el nuevo jefe de Sainz en McLaren
Tras una etapa normal, los pilotos de X-Raid o el resto de equipos de primer nivel aparcan su coche bajo la carpa y permiten a sus mecánicos desmontarlo, revisar cada pieza y renovar todo el set up durante horas. Pero ayer jueves, en plena etapa maratón de Tacna y sin asistencias hasta el regreso a
todo ese trabajo recae en los pilotos.
Joan Navarro, ingeniero de X-Raid y máximo responsable del buggy de Peterhansel, Despres
Sainz, explica a
As cómo es ese trabajo que asumen los pilotos en el parque cerrado:
“Para empezar, el día previo hicimos un plus en la asistencia cambiando frenos, rótulas, aceites... Y cuando acaban la etapa tienen que cumplir una ‘checklist’ con doce puntos: levantan el coche, miran el estado de rótulas, niveles de agua y aceite, que los radiadores estén limpios, que no haya fugas, prueban ventiladores...”. Aunque
yno pueden modificar los reglajes del buggy.
Para evitar incidencias graves, cargan los coches con “más recambios de lo normal, fundamentalmente lo que pueden gastar. Por ejemplo, todos llevan un palier cuando normalmente sólo lo carga el último coche que sale”. “Y con los neumáticos vamos a lo seguro y montamos los más duros detrás para evitar pinchazos”, aclara el catalán.
Y al día siguiente, en la etapa de vuelta y cuando por fin reciben el coche las asistencias, ¿con qué se encuentran? “El coche llega más desgastado, realmente es como dos días de etapa consecutivos porque ellos pueden hacer lo mínimo. No pueden limpiarlo todo, nosotros desmontamos cada conducto y ellos no limpian el filtro del aire, así que se carga el doble. No hay problema, porque está preparado para eso, pero apuras más con dos días de etapa”. Se torció el Dakar, deportivamente hablando, pero se ha encauzado en lo relativo a las comodidades para quienes formamos parte de él. ciudad fundada por el extremeño García Manuel de Carbajal en 1540 y que debe su nombre a una decisión de Carlos V, es una de las poblaciones más importantes de Perú con un millón y medio de habitantes con restaurantes, centros comerciales, servicios y hoteles asequibles para olvidarse unos días del campamento y sus autobuses.
Aunque conviene ser justo y resaltar que realmente no se sufre tanto en el vivac como pudiera parecer, al menos no siempre, pero lo cierto es que para los momentos de bajón SsangYong recuerda con raciones de jamón ibérico bajo su carpa que el Dakar exige, pero también concede. Trasmonte y compañía persiguen por la mañana en las dunas a Óscar Fuertes y Diego Vallejo, con ese imponente Rexton DKR, un coche de fabricación española que pelea para acabar también su segunda participación, y por las tardes se ocupan de hacer más fácil esta carrera a quienes han venido a contarla. McLaren confirmó ayer que
Andreas Seidl ocupará el cargo de director general. El alemán regresa de la mano de los de Woking a una Fórmula 1 que no le es desconocida (estuvo en BMW y
Sauber diez años) y tras dirigir con éxito al equipo Porsche del WEC (tres dobletes de 2015 a 2017). Un fichaje que da continuidad al proceso de reestructuración de la formación británica.
“Es un enorme privilegio y un gran reto para el que me siento preparado. Tener la oportunidad de contribuir al legado de McLaren es especial e inspirador. McLaren tiene la visión, el liderazgo y la experiencia pero, lo más importante, la gente para volver a la cabeza. Esa será mi misión y en lo que me centraré por completo”, asegura Seidl.
“Estoy encantado de que Andreas se una a McLaren para liderar nuestro programa técnico y operacional. Es una incorporación significativa porque supone otro paso en nuestro plan de recuperación. Es un líder altamente capaz con éxito en los circuitos cada vez que se involucra en un proyecto”, dice Zak Brown. Seidl responderá directamente ante Brown sobre la gestión de los departamentos de diseño, producción y operaciones en pista.
Pilotos Tienen que revisar y arreglar el coche con los copilotos