PLANEADO LAS OLAS
Un buen navegante, cuando ve una ola, de inmediato piensa por donde atacarla para planearla con el objetivo de sacarle el máximo provecho y rendimiento. Después del planeo, su cuerpo se estremece por la tensión, y la adrenalina focaliza sus cinco sentidos, convirtiéndolo en un fanático en busca de esa siguiente ola que haga multiplicar la velocidad del barco.
En esta pesarosa pandemia el insinuante significado de las olas se ha visto teñido de una connotación negativa. Las cuatro olas que hemos vivido hasta ahora han pasado de evocar miedo y desorientación, a desasosiego y desconfianza.
A nivel económico, por suerte la industria náutica no ha sido de las más afectadas. Después de superar la paralizante primera ola, el sector consiguió cifras históricas en la venta y alquiler de todo tipo de experiencias relacionadas con los deportes de agua. Un duro confinamiento dio paso a un verano en el que la sociedad vio que todo lo relacionado con el mar se convertía en la forma medianamente segura de recuperar el aliento y la esperanza. La segunda escalada de la curva, en el mes de octubre, mucha más intensa en el número de contagios, volvió a amedrentarnos, socavando las tentativas de volver a la normalidad.
En la tercera, justo después de las navidades de 2020, el ánimo fue la gran víctima. El año 2021 arrancó con la ilusión de dejar atrás el fatídico 2020 pero el mazazo a la moral del sector empresarial hizo tanta mella, que un buen número de valientes y productivos negocios hace un año terminaron por agachar la cabeza.
En estos momentos nos encontramos inmersos en la cuarta ola previa al verano, que pese a estar mucho más controlada por la llegada de las vacunas, sigue azotando nuestra confianza. El mar seguirá siendo tendencia para esta temporada y se pronostican de nuevo números históricos.
Los empresarios han ido aprendiendo a planear cada una de estas olas de la pandemia, dándose cuenta qué planear significa acelerar. Para planear cualquier ola se necesita determinación, valentía y conocimiento ya que si no la velocidad puede transformarse en algo desastroso y hasta definitivo. La mejor ola para el planeo suele coincidir con la primera de la serie, como ocurrió en la de esta pandemia. Es la más complicada por el acecho de la indecisión a la hora de leer los datos pero en ellas se ve la raza de los lideres. No haberla visto, no haber estado preparado o haber preferido ser conservador lleva a intentarlo en la segunda o tercera ola pero nunca es lo mismo y es ahora cuando se empieza a ver el resultado de esos empresarios que se atrevieron a planear la incertidumbre.
EL EMPRESARIO HA APRENDIDO A PLANEAR CADA UNA DE ESTAS OLAS DE LA PANDEMIA, DÁNDOSE CUENTA QUE PLANEAR SIGNIFICA ACELERAR