Por la defensa del sector agrario en la UE
ADORACIÓN BLANQUE «Necesitamos una PAC fuerte, que piense en los productores, y que esté diseñada para rentabilizar la actividad agraria»
El próximo 9 de junio se celebran elecciones para la renovación del Parlamento Europeo, y desde Asaja Almería queremos hacer un llamamiento, en este momento, a las distintas agrupaciones políticas para que tengan muy en cuenta en sus programas todas las necesidades de los agricultores y ganaderos. Les recordamos que es en el seno de la organización de integración comunitaria desde donde emanan las principales políticas que posteriormente se desarrollan en los distintos Estados miembro y que afectan directamente a la rentabilidad de la actividad agraria.
De esta forma, las intervenciones en el seno de Parlamento, Comisión y Consejo Europeo, son de vital importancia para garantizar el futuro del sector agroalimentario.
En Asaja Almería consideramos que la Unión Europea debe partir de dos principios básicos, que deben estar presentes en las futuras políticas vinculadas a la agricultura y ganadería: la soberanía alimentaria y la preferencia comunitaria. Son cuestiones de peso para el desarrollo de la producción de alimentos en el territorio comunitario. Consideramos que sobre la actividad, rentabilidad, intereses y futuro de nuestros agricultores y ganaderos debe cimentarse cualquier política agraria en la Unión Europea, y necesitamos que los grupos políticos españoles así lo defiendan en Bruselas.
Una de las cuestiones que nos preocupa es la defensa de los productores comunitarios frente a la competencia desleal que sufren debido a los benévolos acuerdos que establece la UE con terceros países, sobre todo aquellos referidos a las frutas y hortalizas, que suelen finalizar con mayores concesiones extracomunitarias, y, por tanto, perjudicando directamente a los almerienses, principal zona de producción intensiva de hortícolas en la UE.
Otro de los asuntos en los que queremos poner el foco es la importancia de la implicación de los grupos políticos en una modificación de la Organización Común de Mercado (OCM) de Frutas y Hortalizas en base a la creación de un fondo de financiación de crisis de mercado ágil y eficaz.
Asimismo, entre otras cuestiones que brotan de la Unión Europea, no nos podemos olvidar de la Política Agraria Común (PAC), que ha tomado un camino, en los últimos años, que comienza a dejar al sector agrario a la deriva, alejándose del objetivo y la base sobre la que fue impulsada, marcando una senda cada vez más exigente con los productores europeos. Necesitamos una PAC fuerte, que piense en los productores, coherente y que esté diseñada para rentabilizar la actividad agraria y alimentar a los europeos.