PP y Vox critican que el presidente esconda sus problemas tras la política exterior
▸ Los populares apuestan por la centralidad en el caso de Israel y Palestina
En los pasillos del Congreso había ayer más actividad que de costumbre. La comparecencia de Sánchez, que encerraba varios asuntos de calado, hizo que los corrillos se multiplicaran, aunque en la mayoría había un denominador común que era la inestabilidad del Gobierno, reflejada fundamentalmente en la cuestión de Palestina.
Un asunto en el que el PP camina con pies de plomo. Midiendo cada movimiento para no pisar en falso. A favor de un reconocimiento estudiado del Estado palestino, pero con un consenso mayoritario de la Unión Europea y dejando claros detalles como la territorialidad, la interlocución con ese país y la derrota de Hamás. «A usted no le interesa hablar de Palestina por principios, lo hace para hablar de otra cosa que no sea la trama del PSOE y porque cree que así puede dividir a los españoles y salir beneficiado de ello. Tras mucho ruido mediático y un montón de emisiones de CO2 de su Falcon, no ha logrado consenso ni siquiera en una mayoría de los países de la Unión Europea», señalaba Feijóo en la tribuna del Congreso.
Su posición firme en este asunto reclamaba el consenso en un asunto de calado. «Su negocio es sacar rédito a los naufragios de los partidos de los que vive. El mío es ocupar la centralidad que representa a la mayoría de los españoles a la que usted está
abandonando», apuntó el líder popular en referencia a una moderación que en los últimos tiempos se ha convertido en un mantra dentro del partido, también en la cuestión palestina. «Mantenernos en esta posición más moderada nos ha ido bien y creo que debemos seguir así», explicaba ayer un diputado del PP de alto rango dentro de la formación.
En Vox en cambio no hay matices. Su apoyo a Israel y su derecho a la defensa es férrea. Y reprochan al presidente del Gobierno que sus decisiones, la última el reconocimiento de Palestina como Estado, sean aplaudidas por «el terrorismo satánico» de Hamás.
«Equidistancia»
Santiago Abascal viajó a Israel en diciembre del pasado año, dos meses después de los atentados del 7 de octubre, y visitó varios de los kibutz que habían sido atacados, una experiencia que recuerda cada vez que el asunto sale a debate. Su apoyo a Israel es constante y de hecho uno de los participantes en el Viva 24 celebrado el pasado fin de semana en Madrid fue el ministro israelí para la Diáspora y combate contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, quien aprovechó la ocasión para censurar la postura del presidente del Gobierno español y, en cambio, elogiar la del líder de Vox.
Ayer, Santiago Abascal acusó a Sánchez en el hemiciclo del Congreso de «equidistancia» y de «complicidad con el mal». «Lo que tienen que saber los españoles es cómo actuaría Sánchez si una organización terrorista hiciese lo mismo contra España y tuviese secuestrados a 130 españoles como hay hoy todavía 130 israelíes en los túneles de Hamás. Ya sabemos cómo actuaría Sánchez, no defendería ni a los españoles ni los intereses de los españoles, se pondría en una equidistancia insoportable», acusó el líder de Vox.