Polonia hará un referéndum sobre el compromiso europeo de asilo
▸ El país ha acogido 2,2 millones de refugiados ucranianios desde que comenzó la guerra
Las elecciones generales polacas del próximo 15 de octubre acaban de cobrar una nueva dimensión europea, después de que el primer ministro Mateusz Morawiecki haya anunciado a través de las redes sociales que ese mismo día y en paralelo con las legislativas se procederá a la celebración de un referéndum sobre el compromiso europeo de asilo. «¿Apoya usted la admisión de miles de inmigrantes ilegales de Oriente Próximo y África bajo el mecanismo de admisión obligatoria impuesto por la burocracia europea?», será la pregunta.
Técnicamente, el resultado de este referéndum no tendrá impacto alguno en el proceso europeo de la reforma del sistema de asilo, pero gane quien gane las elecciones polacas y si el referéndum obtiene una mayoría en contra, como es previsible, la legitimidad de la reforma sufrirá serios daños al quedar en evidencia que se está imponiendo en contra de decisiones soberanas tomadas en una votación democrática y transparente.
El acuerdo al que llegaron en junio los ministros de Interior de la UE estipula que la Comisión Europea repartirá anualmente un mínimo de 30.000 refugiados y que su aceptación ya no será voluntaria, sino obligatoria. Los países que no quieran recibir refugiados se verán obligados a pagar una compensación. Se baraja la cifra de 20.000 euros por refugiado. El acuerdo salió adelante con las abstenciones de Malta, Lituania, Bulgaria y Eslovaquia, además de las negativas de Polonia y Hungría.
Decisiones propias
Polonia ha exigido sin éxito en Bruselas que cada país de la UE decida por sí mismo cómo apoyar a los países que soportan una mayor carga y se trata de un asunto de primer orden para la opinión pública polaca. A nadie escapa que el partido nacional-conservador Ley y Justicia (PiS), en el Gobierno, recupera con esta decisión la iniciativa política, saliendo de una situación en la que llegaba a las elecciones muy a la defensiva, presionado por la alta inflación, la amenaza rusa, las estrictas leyes de aborto y por una cuestión puramente generacional: el PiS no encuentra en los jóvenes polacos tanto apoyo como en anteriores generaciones.
Las últimas encuestas le conceden el primer puesto con el 33,7% de los votos, pero la Plataforma Cívica de Donald Tusk acerca posiciones con el 29,4% y el referéndum desliza el eje de rotación electoral. El hombre detrás de la idea del referéndum es el líder del partido, Jarosław Kaczynski, que, consciente de la capacidad de movilización de la consulta popular, no planteará sólo una, sino cuatro preguntas. «¿Apoya la venta de empresas estatales?»; «¿Está usted a favor de elevar la edad de jubilación a 60 años para las mujeres y 65 para los hombres hoy?»; y «¿Apoya la liquidación de la barrera en la frontera entre la República de Polonia y la República de Bielorrusia?» se suman a la que cuestiona sobre el acuerdo europeo para la reforma del asilo.
Kaczynski ha dejado que las preguntas sobre empresas y jubilación sean hechas públicas por la ex primera ministra Beata Szydło. El ministro de Defensa, Mariusz Błaszczak, ha anunciado el contenido de la pregunta sobre la frontera bielorrusa. Con ello Kaczynski ha puesto cara a las respuestas. Pero la referente al asilo la ha publicado el primer ministro Morawiecki, el mismo que se sienta en el Consejo Europeo y que, presumiblemente, hará valer allí el resultado del referéndum. Kaczynski ha condenado reiteradamente un acuerdo que, en su opinión, «socava la soberanía nacional» y «no tiene en cuenta que Polonia ya ha acogido a 2,2 millones de refugiados de Ucrania, lo que supone una descarnada discriminación hacia nosotros».
Soberanía polaca
Ahora lleva a cabo esta maniobra que presenta a los votantes como defensiva contra la invasión europea de la soberanía polaca. Pero al margen de la maniobra política, la presión que soporta Polonia es evidente y se ha multiplicado debido a la guerra en Ucrania.
Según las cifras de la OCDE, Polonia pagó 8.360 millones de euros en 2022 por la atención de los refugiados ucranianos, un tercio del gasto total en todos los países incluidos en el informe. Ese mismo año, Polonia recibió 123 millones de euros del Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) y 200 millones adicionales de la campaña mundial de donantes Stand Up for Ukraine, que recaudó en total 9.100 millones.