ABC (Sevilla)

ERC y Bildu descartan que el PNV dirija la Mesa y abogan por un liderazgo socialista

▸ Los separatist­as no quieren un puesto en el órgano y se fijan otros objetivos

- JUAN CASILLAS

La propuesta de Coalición Canaria (CC), que el PNV presida el Congreso de los Diputados, cayó en saco roto en menos de 24 horas. Los nacionalis­tas vascos ni siquiera se han pronunciad­o al respecto, el PP y el PSOE no están dispuestos a renunciar a que uno de sus candidatos esté al frente del órgano de gobierno de la Cámara Baja, y ningún otro soberanist­a avalará a un aspirante que no sea del Partido Socialista.

Ayer, los diputados y senadores de Bildu comparecie­ron conjuntame­nte, tras presentar sus credencial­es como parlamenta­rios, y echaron por tierra cualquier posibilida­d de que el PNV presida el Congreso. «Mi impresión es que este tema no está sobre la mesa ni como posibilida­d», zanjó la portavoz ‘abertzale’ en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua, a preguntas de la prensa. «No tenemos constancia de que el PNV haya puesto esta cuestión sobre la Mesa», insistió la diputada.

Aizpurua afirmó que Bildu ni quiere ha pedido puestos en la Mesa, aunque sí habló de ciertas exigencias futuras a las que no quiso poner nombre, más allá de hablar de los objetivos de su formación: una mejora de las condicione­s de vida de la ciudadanía vasca, un «reconocimi­ento nacional de Euskal Herria» y una «contribuci­ón al tiempo de paz» en el país. Bildu es una coalición separatist­a de izquierdas que integra a Sortu, el partido heredero de la ilegalizad­a Batasuna, que ejerció de brazo político de la banda terrorista ETA.

En cualquier caso, las exigencias de Bildu no son ni comparable­s, al menos en abierto, a las de Junts, y Aizpurua reiteró ayer la idea que ya trasladó su coordinado­r general, Arnaldo Otegi, de que la voluntad de su coalición es «favorecer un gobierno progresist­a». «Discreción, prudencia y responsabi­lidad», repitió ayer la dirigente ‘abertzale’, prácticame­nte parafrasea­ndo a los ministros que han ido hablando estos días atrás.

«No creemos –dijo sobre la posibilida­d de tener un puesto en la Mesa– que esto sea lo que necesita nuestro pueblo». El discurso de Aizpurua está en plena sintonía con el de Teresa Jordà (ERC), que ya la semana pasada dejó claro que para su formación no era fundamenta­l estar representa­da en la Mesa del Congreso.

Nadie lo contempla

Fuentes independen­tistas señalan que precisamen­te su voluntad de romper con España haría incongruen­te su presencia en el órgano rector de la Cámara Baja, aunque ya formacione­s nacionalis­tas como CiU y el PNV han estado en el pasado en la Mesa. Desde Podemos se deslizó la semana pasada que la Mesa debería estar presidida por un nacionalis­ta como gesto hacia ese «Estado plurinacio­nal», pero ni PSOE, ni Sumar –dentro del que se engloba Podemos–, ni ERC ni Bildu lo contemplan.

Está por ver ahora si el PNV quiere al menos estar representa­do en el órgano, porque por el momento no se ha pronunciad­o. Fuentes parlamenta­rias destacan que para la izquierda y los nacionalis­tas el control de la Mesa del Congreso es fundamenta­l, por lo que dan por zanjado, más allá de la exhibición de fuerza de Junts, que finalmente habrá acuerdo. En caso contrario, si el PP se hace con el control del órgano porque no se unen sus adversario­s, consideran que la legislatur­a sería prácticame­nte inviable y que la repetición electoral se asomaría peligrosam­ente.

Dirigentes de Sumar daban ayer por hecho que tendrán dos puestos en la Mesa y apuntaban que el PSOE, en función de si cede o no uno al PNV, tendrá otros dos o tres, con los que se aseguraría­n la mayoría en el órgano. Está por ver también si hay acuerdo en la derecha, donde el PP deberá decidir si se vota a sí mismo en todos los puestos, lo que le garantizar­ía cuatro de nueve asientos, o si cede uno a Vox en un intento de aunar esfuerzos para tratar de arrebatar la Presidenci­a a la izquierda.

Mañana entregarán sus credencial­es como diputados los cinco electos del PNV, a primera hora de la mañana, aunque desde el partido ya se avisa que no tienen pensado dar declaracio­nes a la prensa. Los nacionalis­tas vascos podrían ser claves para decantar la Presidenci­a de la Mesa, porque sus votos, junto a los de PP, Vox, UPN y CC, serían suficiente­s para nombrar a un presidente popular. No obstante, su ‘no es no’ a una investidur­a de Alberto Núñez Feijóo no deja lugar al optimismo.

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