ERC y Bildu descartan que el PNV dirija la Mesa y abogan por un liderazgo socialista
▸ Los separatistas no quieren un puesto en el órgano y se fijan otros objetivos
La propuesta de Coalición Canaria (CC), que el PNV presida el Congreso de los Diputados, cayó en saco roto en menos de 24 horas. Los nacionalistas vascos ni siquiera se han pronunciado al respecto, el PP y el PSOE no están dispuestos a renunciar a que uno de sus candidatos esté al frente del órgano de gobierno de la Cámara Baja, y ningún otro soberanista avalará a un aspirante que no sea del Partido Socialista.
Ayer, los diputados y senadores de Bildu comparecieron conjuntamente, tras presentar sus credenciales como parlamentarios, y echaron por tierra cualquier posibilidad de que el PNV presida el Congreso. «Mi impresión es que este tema no está sobre la mesa ni como posibilidad», zanjó la portavoz ‘abertzale’ en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua, a preguntas de la prensa. «No tenemos constancia de que el PNV haya puesto esta cuestión sobre la Mesa», insistió la diputada.
Aizpurua afirmó que Bildu ni quiere ha pedido puestos en la Mesa, aunque sí habló de ciertas exigencias futuras a las que no quiso poner nombre, más allá de hablar de los objetivos de su formación: una mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía vasca, un «reconocimiento nacional de Euskal Herria» y una «contribución al tiempo de paz» en el país. Bildu es una coalición separatista de izquierdas que integra a Sortu, el partido heredero de la ilegalizada Batasuna, que ejerció de brazo político de la banda terrorista ETA.
En cualquier caso, las exigencias de Bildu no son ni comparables, al menos en abierto, a las de Junts, y Aizpurua reiteró ayer la idea que ya trasladó su coordinador general, Arnaldo Otegi, de que la voluntad de su coalición es «favorecer un gobierno progresista». «Discreción, prudencia y responsabilidad», repitió ayer la dirigente ‘abertzale’, prácticamente parafraseando a los ministros que han ido hablando estos días atrás.
«No creemos –dijo sobre la posibilidad de tener un puesto en la Mesa– que esto sea lo que necesita nuestro pueblo». El discurso de Aizpurua está en plena sintonía con el de Teresa Jordà (ERC), que ya la semana pasada dejó claro que para su formación no era fundamental estar representada en la Mesa del Congreso.
Nadie lo contempla
Fuentes independentistas señalan que precisamente su voluntad de romper con España haría incongruente su presencia en el órgano rector de la Cámara Baja, aunque ya formaciones nacionalistas como CiU y el PNV han estado en el pasado en la Mesa. Desde Podemos se deslizó la semana pasada que la Mesa debería estar presidida por un nacionalista como gesto hacia ese «Estado plurinacional», pero ni PSOE, ni Sumar –dentro del que se engloba Podemos–, ni ERC ni Bildu lo contemplan.
Está por ver ahora si el PNV quiere al menos estar representado en el órgano, porque por el momento no se ha pronunciado. Fuentes parlamentarias destacan que para la izquierda y los nacionalistas el control de la Mesa del Congreso es fundamental, por lo que dan por zanjado, más allá de la exhibición de fuerza de Junts, que finalmente habrá acuerdo. En caso contrario, si el PP se hace con el control del órgano porque no se unen sus adversarios, consideran que la legislatura sería prácticamente inviable y que la repetición electoral se asomaría peligrosamente.
Dirigentes de Sumar daban ayer por hecho que tendrán dos puestos en la Mesa y apuntaban que el PSOE, en función de si cede o no uno al PNV, tendrá otros dos o tres, con los que se asegurarían la mayoría en el órgano. Está por ver también si hay acuerdo en la derecha, donde el PP deberá decidir si se vota a sí mismo en todos los puestos, lo que le garantizaría cuatro de nueve asientos, o si cede uno a Vox en un intento de aunar esfuerzos para tratar de arrebatar la Presidencia a la izquierda.
Mañana entregarán sus credenciales como diputados los cinco electos del PNV, a primera hora de la mañana, aunque desde el partido ya se avisa que no tienen pensado dar declaraciones a la prensa. Los nacionalistas vascos podrían ser claves para decantar la Presidencia de la Mesa, porque sus votos, junto a los de PP, Vox, UPN y CC, serían suficientes para nombrar a un presidente popular. No obstante, su ‘no es no’ a una investidura de Alberto Núñez Feijóo no deja lugar al optimismo.