Diez años de Pará sin un solo papel
La organización de una de las ferias más concurridas del Aljarafe se realizó sin amparo legal alguno
Durante una década, el Ayuntamiento de Gines organizó la feria de La Pará —que reunió a más de 75.000 visitantes en sus tres primeras ediciones— «sin amparo de instrumento normativo alguno». En el montaje de la feria más concurrida del Aljarafe sevillano no había un solo papel en regla, según los investigadores. A raíz de una denuncia, el juez abrió en el año 2017 una investigación que no ha parado de crecer. Hay casi una treintena de investigados entre cargos municipales —incluido el actual alcalde—, cuatro miembros de la Hermandad del Rocío de la localidad y empresarios contratados para montar el evento. A ellos se han sumado diez responsables y excargos de la Diputación de Sevilla que financiaron el evento mediante ayudas excepcionales. La Guardia Civil cifró en 859.459,36 euros el perjuicio causado a las arcas públicas por la falta «absoluta» de regulación.
Los peritos judiciales y el juez han hallado un cúmulo de «notables irregularidades» en la organización de la feria agroganadera entre 2007 y 2016. Trabajos y compras realizados sin documentación, facturas sin firma del funcionario municipal, gastos sin justificar, recibos de premios en metálico «sin efectuar la preceptiva retención del IRPF», adjudicaciones a dedo, documentos contables de espectáculos y suministros sin fecha ni número, pagos en negro, contratos fraccionados para sortear el obligatorio concurso público... «Un evento de tal naturaleza precisaría de autorizaciones y concesiones administrativas, licitaciones, proyectos y cesiones por la ocupación del terrenos municipales», alerta el juez. Nada de eso hubo. Por no haber, no existía siquiera un seguro de responsabilidad civil por la instalación de las dos carpas de 500 y 800 metros cuadrados, con numerosos asistentes entrando y saliendo. En un pleno en el año 2016, el portavoz del PSOE, Jorge Mora Palomo, admitió que «La Pará» se había convertido en un «caballo desbocado». También representaba un lucrativo negocio.
La Hermandad del Rocío utilizó parte de los fondos que le reportaba la explotación del ambigú para irse de romería y otras actividades lúdicas, en lugar de las obras benéficas que se habían comprometido a financiar con estos ingresos.
El Rocío de Gines se iba de romería con fondos para obras benéficas que obtenía con el ambigú