Por una sola Sanidad
una mujer con una simpatía arrolladora. Se ponía «el mundo por montera.» Era divertida, generosa, empática, solidaria, valiente e incansable: una mujer bandera. Una mujer que, con su sonrisa permanente, que tendía puentes, derribaba muros, superaba obstáculos y ayudaba a todos los que la necesitaban. Fue una de las primeras voluntarias de Andex. Ella y su marido, Manolo Ramírez Fernández de Córdoba, director entonces de ABC, sensibilizados por el sufrimiento de los niños con cáncer y de sus familias, prestaron desde sus inicios una ayuda incondicional a esta asociación. De ahí que nuestro agradecimiento a ella y a su marido sea inmenso. Concha ha sido Costalera de Cristo Vivo, pasando por la vida haciendo el bien. Estoy segura de que la Virgen, a la que ella tanto quería, le ha dado un gran abrazo al llegar al Cielo. Pido por ella; y a ella le pido que desde el Cielo nos siga ayudando.
En primer lugar, quiero darle las gracias a mi amigo Martín Navarro Merino por su carta publicada en ABC, referente al «Mando Único en Sanidad», que tanta falta nos está haciendo, tanto a los contagiados como a los que, al día de hoy, tenemos la suerte de no encontrarnos de frente con el coronavirus. Como recordarás, Martin, nos conocimos cuando dirigía una reforma del hospital Virgen Macarena. Hoy, al comprobar nuestra coincidencia respecto al tratamiento de la Sanidad, nos encontramos los dos jubilados, en esa fase de la vida en que contamos nuestras «batallas» y llegamos a comprender, tú más que yo, lo que significa tan nefasto peligro, como es esta pandemia, cuando es precisa una supuesta intervención inmediata y cercana. Por consiguiente, eres tú, como excelente profesional que fuiste, lo eres y lo serás mientras vivas, el que envías tu carta a ABC, en los momentos más cruciales, y en beneficio de los resultados sanitarios de nuestro país.
LUIS WIC HERMAN