Una alternativa limpia frente al diésel
El biometano es un gas renovable que puede utilizarse como combustible en el transporte o ser inyectado directamente a la red de distribución de gas natural para su consumo en hogares, comercios e industrias. El gas natural y el gas renovable son unas de las principales alternativas sostenibles al uso del combustible diésel, una fuente de emisiones contaminantes. ¿Cómo se obtiene el biometano? Los residuos orgánicos, cuando se encuentran en los vertederos urbanos comienzan a degradarse naturalmente, a descomponerse, y ello genera un gas (biogás). Este biogás se debe someter a un proceso de limpieza y enriquecimiento llegando a alcanzar así características similares a las del gas natural (se convierte entonces en biometano). Por eso se alude a él como gas renovable. Otras fuentes emisoras de biogás son las plantas de tratamiento de agua, como hace Aqualia en Chiclana de la Frontera, donde ha desarrollado un proceso que utiliza algas para producir biomasa que se convierte en fuente de generación de biometano. El biometano proveniente de este biogás puede utilizarse como combustible alternativo. En Europa hay unas 500 plantas de biometano que inyectan este gas renovable en la red, de las que sólo una se encuentra en España, en el Parque Tecnológico Valdemingómez (Madrid). El gas renovable, además de ser parte importante de la economía circular, se considera un sumidero de CO2 (por cada mil millones de metros cúbicos de biometano recuperado, se evitan 16 millones de toneladas de CO2 equivalente neto). «Su aprovechamiento generaría riqueza y empleo local y contribuiría en la mitigación del cambio climático».