Un guante contra los temblores
El proyecto Neuro Tremor está cerca de desarrollar un exoesqueleto textil para controlar los espasmos involuntarios en los brazos. Personas con párkinson o temblor esencial podrían mejorar su calidad de vida con esta tecnología
Tiene el aspecto de una manga de jersey negro, cortada a la altura del antebrazo y de la que sobresalen unos cables. Pero este prototipo es, en realidad, uno de los últimos pasos en el desarrollo de un exoesqueleto robótico que permite controlar los espasmos involuntarios en los brazos, una patología altamente discapacitante asociada al párkinson o al temblor esencial que dificulta a quienes lo padecen realizar actividades tan cotidianas como servir agua de una jarra a un vaso o abrocharse un botón de la camisa.
Tras dos años de ensayos, hace unos días tuvo lugar en el Hospital 12 de Octubre de Madrid la primera de las sesiones de validación de esta prometedora tecnología. El proyecto NeuroTremor reúne en un consorcio, además de al Servicio de Neurología del hospital, al CSIC y a instituciones extranjeras o las universidades de Columbia o Göttingen. «El proyecto se creó según las necesidades de los pacientes neurológicos que tenemos en nuestra consulta de temblor, sea de cualquier etiología que sea», explica a ABC Juan Pablo Romero, neurólogo del 12 de Octubre. «La mayor parte de esos pacientes tienen temblor esencial o párkinson, que son dos etiologías con bastante prevalencia » . En nuestro país, el temblor esencial puede presentarse hasta en un 3% de los pacientes, y el párkinson hasta en un 2%.
Un «marcapasos» para el brazo
El economista Genovevo Domínguez, diagnosticado con párkinson y en tratamiento en la consulta del doctor Romero, fue uno de los pacientes participantes en esta primera sesión. Domínguez explica que la manga negra «manda impulsos eléctricos a los músculos del brazo, para, como en mi caso, contrarrestar los impulsos eléctricos que manda el cerebro». Lo compara a «una especie de marcapasos, que va marcando cuándo el brazo tiene que moverse o no moverse. No cuando el cerebro manda el impulso, sino cuando tiene que ser».
Uno de los aspectos más prometedores de este nuevo enfoque, es, para Romero, que estas patologías «afectan, principalmente, a mayores de 65 años. Estos pacientes siempre suelen estar polimedicados, y estos múltiples medicamentos suelen afectar de una forma u otra al problema del temblor. Por eso había mucha necesidad de realizar al-
EL HOSPITAL 12 DE OCTUBRE DE MADRID Y EL CSIC ACABAN DE MOSTRAR EL PRIMER PROTOTIPO TRAS DOS AÑOS DE ENSAYOS
guna aproximación que no requiriera medicación».
Eduardo Rocon, investigador del Centro de Automática y Robótica del CSIC que ha diseñado la prótesis, explica que la manga con electrodos «diagnostica el temblor, distingue qué es temblor y qué es movimiento voluntario y actúa para cancelar este temblor. Si el paciente levanta el brazo mientras come y éste empieza a temblar, ésto suprime el temblor pero no su movimiento para llevarse la cuchara a la boca». Este desarrollo tuvo lugar en un proyecto previo, Tremor, del que ahora el NeuroTremor es el siguiente paso natural. « Ahora también implantamos unos electrodos en los músculos, porque lo que queremos es que la solución final sea totalmente implantada, algo que permita desacoplar la patología de la corteza motora. La persona seguirá teniendo la patología, pero ya no temblará», explica Rocon.
Los estudios diagnósticos realizados para poder llegar hasta este punto, de aplicación terapéutica, fueron clave. «Nos ayudó mucho, porque aunque es conocido que el temblor esencial tiene un tipo de temblor postural -es decir, cuando el paciente coge un vaso de agua- y que el párkinson es un temblor de reposo, hay muchos pacientes con temblor esencial que tienen temblor de reposo, y muchos pacientes con párkinson que tienen temblor postural», comenta Romero. «Entonces, hay un momento en que es difícil distinguir si los pacientes tienen dos patologías o si tiene una sola, lo cual complica mucho el tratamiento».