Mayores bien alimentados
La buena salud de los mayores está condicionada a una dieta adecuada y a los cambios de su organismo y metabolismo
LLa edad determina diversos cambios en las personas y uno de las más llamativos es que tiene que ver con su alimentación, especialmente por la forma a como estas personas se enfrentan a este proceso, que en muchas ocasiones puede dar lugar a serios problemas de salud. Se considera que una persona entra en la llamada tercera edad al cumplir los 65 años, aunque este punto pueda diferir bastante según la actividad de cada persona, su historial de enfermedades y otros factores genéticos e incluso geográficos. Pero en cualquier caso en torno a esta edad se producen cambios que se deben tener en consideración en su alimentación.
Aunque adelantamos que el proceso de envejecimiento no es igual para todos, al traspasar esa edad que nos lleva a la ancianidad, se produce en el organismo algunos cambios en el cuerpo como es el aumento de grasas en torno a las vísceras, junto a una reducción de la masa muscular, además de la disminución de la masa ósea y agua, que como consecuencia trae consigo el riesgo de fracturas y la deshidratación. Por otra parte, es habitual que también disminuya la actividad física, las salidas al exterior, por lo que si se sigue la dieta habitual es corriente que se inicie una tendencia a engordar.
Problemas de masticación
Por otra parte, el aparato gastrointestinal también comienza a sufrir cambios que pueden afectar al proceso de ingestión y digestión de los alimentos, como puede ser la pérdida de fuerza muscular en las mandíbulas, que junto con problemas dentales, llegan a afectar a la masticación de ciertos alimentos. Hay también una menor secreción salivar y de ácido en el estómago, que junto con una atrofia en la mucosa estomacal hace que las digestiones se hagan más lentas y pesadas.
El requerimiento energético de los mayores dependerá de la actividad, aunque en términos generales no debería ser inferior a 1.600-1.800 kilocalorías para las mujeres y 1.900-2.100 para los hombres. Puede parecer mucho pero como ha dicho Elena Alonso, vicedecana de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, «llegar a los 65 años con un ligero sobrepeso mejora la expectativa de vida».