Poeta, traductor, antólogo, teórico de la etnopoesía
Jerome Rothenberg (1931-2024) Perteneció a la segunda generación de la New York School y fue un referente y teórico de la etnopoesía, así como un notable traductor
Miembro de la segunda generación de la New York School, fue una gran voz, un notable traductor, el ordenador de antologías abarcadoras y renovadoras, y el teórico de la etnopoesía.
Nacido en Nueva York en el seno de una familia de origen judío polaco, Jerome Rothenberg, que ha fallecido el pasado 21 de abril, a consecuencia de un infarto, en su casa de Encinitas (California, EE. UU.), pasó su infancia en el Bronx. Tras su servicio militar en la alemana Mainz, terminó sus estudios en Columbia. Su primera obra publicada fue ‘New German Poets’ (1959), antología encargo de Ferlinghetti, a la que seguirían traducciones de libros de Martin Buber, Schwitters, el concretista Gomringer, o Enzensberger. Del año siguiente es su primer poemario, ‘ White Sun, Black Sun’.
Encontramos la firma de Rothenberg en ‘ New Directions’, y en ‘ little magazines’, como ‘ Caterpillar’, ‘Damascus Road’, ‘ The Fifties’, ‘ Kulchur’, ‘ Language’, ‘Quixote’, ‘Sparrow’, ‘Stony Brook’, ‘Trobar’, o ‘Yugen’. Estuvo al frente de una de título japonista, ‘Poems of a Floating World’, en la que comparecen Alberti, Breton, Celan, Klee, Neruda, y hasta Blas de Otero. Fundó luego otra, ‘Some / Thing’. En 1966 Sergio
Mondragón le publicó, en la colección aneja, y en edición bilingüe, ‘ The Gorky Poems’, inspirado en el pintor suicida: ‘ Teje una tela. / Tejiéndola. / & tejiendo una tela. / Teje por tercios. / Menos uno & dos tercios’. En ‘ The History of Dada as My Muse’ (1982) culmina su labor pro-Dadá y surrealismo. Adicto al ‘collage’ de palabras, al arte de los sonidos, y al diálogo entre las artes, llegó a colaborar con Pauline Oliveros.
La primera noticia suya que nos llegó fue, vía Braad, la imprenta que Kevin Power tuvo en la localidad francesa de Loubressac, ‘ Narratives and Real Theater Pieces’ (1977), el libro más minimalista y bello salido de esas prensas, con ortogonales xilografías de Ian Tyson, pintor y grabador inglés con el que Rothenberg colaboró más que con nadie. En otra editorial extraterritorial, la lagunera Zesterle, y con cubierta dibujada por José Abad, salieron sus ‘Lorca Variations’ (1990).
Desde ‘Alcheringa’, fundada en 1970, Rothenberg promovió lo que él y su mujer, la antropóloga Diane Brodatz Rothenberg, llamaron las ‘ethnopoetics’, una búsqueda de lo primitivo y lo oral que abarca las culturas de todo el mundo, pero especialmente del continente americano, África, y Asia, y que influiría decisivamente en Nick Cave o Jim Morrison, lectores entusiastas de su antología ‘ Technicians of the Sacred’ (1967). La pareja vivió un tiempo en una reserva india próxima a Búfalo. Él ordenó además cinco monumentales volúmenes de ‘Poems for the Millenium’ (1995-2013). En Latinoamérica, se fijó en Sousândrade, Huidobro (sobre cuya tumba tiene un poema), Xul Solar, Paz, Eunice Odio, Parra, Eielson, Alejandra Pizarnik, Papasquiaro, Hinostroza, Cecilia Vicuña…. Ahondó también en sus raíces: ‘A Big Jewish Book’ (1978), y otros inspirados en Polonia, Viena, o el Holocausto. Especialmente emocionantes los versos que escribió en 2015 en Wroclaw, en la habitación que fuera de Hitler en el Hotel Monopol.