Test semanales y suspensiones: así hace frente al Covid la ópera
El Liceo de Barcelona, el Teatro de la Maestranza y el Palau de les Arts de Valencia se han visto obligados a suspender producciones tras detectarse positivos en Covid o por la imposibilidad de hacer montajes incompatibles con la ‘cultura segura’. En todos los casos han aplicado el mismo criterio para evitar contagios: mascarillas obligatorias para solistas, coro, figurantes y orquesta durante los ensayos y distancia de 1,5 metros; en las funciones quedan exentos de llevarla solistas y vientos, pero practicándoles test cada semana.
Solo el Teatro Real de Madrid evita determinar esta periodicidad, ya sea en su protocolo anti-Covid o de manera expresa cuando se les pregunta por ello. Su plan alude a «test o pruebas diagnósticas periódicas» como medida preventiva, pero no detalla con qué frecuencia deben hacerse. El director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer,
tampoco lo aclaró en la rueda de prensa del lunes. Dijo que una «mayor salubridad» no pasa por hacer «cuantas más pruebas mejor».
Valentí Oviedo, director general del Liceo, explicó en cambio a ABC que en los ensayos realizados en el coliseo catalán el uso de mascarilla es obligatorio para todos y que los solistas o los vientos de la orquesta que por motivos artísticos no pueden llevar dicha protección en las funciones son testados semanalmente. La primera ópera que representaron en la nueva temporada fue ‘Don Giovanni’, donde apenas hay
Loy en el Liceo «Todo el mundo entendía que debíamos ser muy prudentes», dice Valentí Oviedo, director general
coro y la orquesta es reducida. «Todos íbamos con mucha prudencia», señaló el responsable del Liceo. El director de escena fue Christof Loy, el mismo que ensayó ‘Rusalka’ en el Teatro Real sin usar mascarilla, como desveló ayer ABC, pero siempre se siguió el protocolo, garantizó Oviedo: «Todo el mundo entendía que debíamos ser muy prudentes».
El Liceo suspendió representaciones en noviembre y diciembre tras restringir la Generalitat el aforo máximo a 500 personas. En enero cancelaron ‘Tannhäuser’ porque juzgaron inviable repre
sentar una ópera con una orquesta tan grande, un coro tan voluminoso y con una puesta en escena que impedía «mantener los grupos burbuja requeridos en los protocolos».
El Teatro de la Maestranza de Sevilla asegura que sus puestas en escena tienen en cuenta el distanciamiento social y que todos los implicados en la producción, cantantes incluidos, deben actuar con mascarilla durante los ensayos. Los solistas son los únicos que pueden quitársela en las funciones. Los miembros del coro cantan con unas mascarillas especiales. En diciembre, las restricciones de la Junta llevaron al Maestranza a cancelar la ópera ‘Je suis narcissiste’. En marzo volvieron a suspender la programación prevista hasta después de Semana Santa.
En el Palau de les Arts, los positivos en el equipo de la producción de ‘Falstaff’ les llevó a reprogramar las funciones previstas en la última semana de enero. Además del distanciamiento social y el uso de mascarillas, su protocolo establece un cribado por PCR semanal para los solistas, director de orquesta, equipo creativo y figuración. El Palau sustituyó en el inicio de temporada el ‘Réquiem’ de Mozart por «su complejidad escénica», aplazó a julio el ‘Réquiem’ de Verdi debido al «importante número de cantantes y de músicos en el escenario» y emplazó a futuras temporadas ‘Tristan und Isolde’, de Wagner, «ante sus necesidades musicales y la envergadura de la obra».