Un algoritmo, Euphemia, es el que determina el precio de la luz
El sistema, utilizado en toda la UE, es muy criticado cuando se disparan las tarifas
Los precios de la electricidad se han visto envueltos en una nueva polémica durante las últimas semanas debido a su espectacular incremento durante el paso de la borrasca Filomena y la posterior ola de frío. La fijación de los mismos en el mercado mayorista es uno de los grandes misterios para la mayoría de los consumidores, los cuales, consideran ya un triunfo entender el recibo de la luz.
Lo primero que hay que apuntar es que el mercado mayorista de la electricidad de España responde a una iniciativa de la Unión Europea para conectar los sistemas eléctricos de todos los países con el objetivo de ganar en eficiencia y conseguir precios bajos. En él se fijan los precios por franjas horarias con un día de antelación y según la demanda prevista por REE (Red Eléctrica).
Para ello, OMIE, el operador de este mercado, utiliza el algoritmo Euphemia, que también fija simultáneamente los precios de otra veintena de países europeos. Sin embargo, la electricidad no cuesta lo mismo en toda la UE porque no existen suficientes interconexiones entre todos los países y porque cada nación tiene un mix de generación distinto.
Como la electricidad todavía no se puede almacenar en grandes volumenes, OMIE casa la demanda prevista para el día siguiente con las ofertas de las compañías generadoras.
En primer lugar, se casa la electricidad procedente de la energía nuclear que, además, entra en el mercado a 0 euros. En las mismas condiciones lo hacen la hidráulica fluyente y la solar fotovoltaica.
Mercado marginalista
A continuación, se casa la eólica, a una media de 15 euros el megavatio hora (MWh) y, después, la hidráulica, a entre 20 y 40 euros. Las últimas que entran cuando la demanda es elevada o hay poco viento son la cogeneración, el gas natural y el carbón. Este último tiene ya una presencia testimonial.
Otra característica de este mercado o ‘pool’, quizá la más importante, es que es marginalista, lo que se traduce en que la última energía que se casa, la más cara, es la que marca el precio de todas las demás. Por ejemplo, si una central de ciclo combinado vende su energía a 45 euros, ese precio es el que recibirán las plantas nucleares, fotovoltaicas y eólicas por su electricidad aunque hayan ofrecido precios mucho más bajos.
Curiosamente, durante los días 8 y 9 de enero, cuando los precios del mercado mayorista alcanzaron récords históricos, la última energía que entró en el ‘pool’ fue la hidráulica de bombeo.
Siempre que se disparan los precios en el mercado mayorista aparecen voces que critican que sea marginalista, sobre todo por el hecho de que sea la última energía que entra, que además es la más cara, la que determina el precio de todas las tecnologías.
Desde OMIE, que preside Carmen Becerril, afirman a ABC que «el sistema marginalista de fijación de precios es el que utilizamos en Europa y en el resto de mercados de electricidad mundiales, como en otros muchos de los mercados de bienes y servicios que utilizamos habitualmente. Es un sistema eficiente, que permite remunerar costes y variables y fijos y que permite dar las señales de precio adecuadas para garantizar las inversiones que el sistema necesita. Este sistema permite participar a todos los agentes, independientemente del tamaño que tengan, en igualdad de condiciones».
Y subrayan que «el sistema marginalista es criticado cuando se producen picos al alza, pero es el mismo sistema el que nos está, durante las últimas semanas, permitiendo ser la referencia de precio mas baja de Europa».
Mejoras en el sistema
Sobre los ajustes que se están estudiando, explican que «el sistema está en continua mejora, se producen mejoras de eficiencia del algoritmo que validan y supervisan los reguladores europeos de forma habitual y hay una supervisión de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y de la agencia europea de reguladores que certifican la limpieza de las transacciones de acuerdo a las reglas. Los cambios en las reglas van en la línea de armonización con el resto de Europa y dotar de mejores herramientas de fiscalización a los reguladores».
Para Jose María González Moya, director general de APPA Renovables, «este mercado mayorista, según la teoría económica, es el más eficiente. Como está conectado con Europa, será difícil abandonarlo, aunque se puedan buscar mejoras y eficiencias».