Investigan si una menor mató a otra por celos en Alcorcón
La fatalidad quiso que Denisa María abriese la puerta del local «acondicionado» como vivienda –que compartía junto a su novio en Alcorcón– sin preguntar antes quién estaba al otro lado. La joven, que se encontraba sola, interrumpió momentáneamente la conversación telefónica que mantenía con una amiga. No colgó. Con el móvil en la mano, salió confiada; tesitura que aprovechó su agresor o agresora para asestarle al menos una puñalada en el abdomen que acabó por costarle la vida. Cuando su cuerpo cayó al suelo, la llamada seguía activa. La Policía Nacional investiga las causas, sin que consten por ahora detenciones. Los progenitores de la víctima y algunos allegados apuntan a la novia de su anterior pareja, cuya relación terminó a finales del mes de junio.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 22 horas del pasado domingo, en la confluencia de las calles Desmonte y Cuenca. Denisa María, de 17 años y nacionalidad rumana, seguía viva cuando llegaron los primeros servicios de emergencias. Presentaba una herida por arma blanca en la zona del abdomen, con evisceración, y estaba en paro cardiorrespiratorio. Los agentes de la Policía Nacional, primero, y los facultativos del Summa-112, después, lograron revertir la parada. Fue trasladada en una UVI hasta la Fundación Hospital Alcorcón, donde falleció debido a la gravedad de las lesiones sufridas.
El padre de la menor aseguró ayer que su hija recibía «amenazas» a través del whatsApp de la novia de su expareja, aunque la última vez que habló con ella, le dijo que «lo tenía controlado» y que «había dejado de amenazarla». El hombre sospecha que esta chica puede haber sido la responsable del apuñalamiento, ya que, según relató, la amiga que conversaba por el móvil con su hija le contó que «pudo oír cómo la mataron» y «cree que era esta chica».
Una versión que concuerda con la relatada por una amiga de Denisa: «La chica que hablaba con ella cuando la mataron me ha contado que escuchó su voz», sostenía ayer por la mañana, poco antes de dejar una vela en la puerta donde fue asesinada.