LATEORÍANOBASTA
El temor al embarazo y, en menor medida, al contagio del VIH, sigue siendo un clásico de la sexualidad adolescente, según explica Raquel Hurtado, responsable del Área de Intervención Social de la Federación de Planificación Familiar de Madrid. “Muchos chicos saben que hay que usar preservativo, pero no basta con saberlo, porque no saben cómo proponérselo a la pareja y cómo introducirlo en el juego sexual, sin resultar un aguafiestas. Esto es lo que necesitan muchos jóvenes: habilidades sociales en sus relaciones sexuales. Eso que da la educación sexual y que debería ser parte del currículum escolar”. Como la educación sexual no está incluida entre las materias escolares en España, la Federación trabaja directamente con los jóvenes a través de Talleres de Educación Sexual que convocan algunos centros escolares, ayuntamientos o asociaciones juveniles. También da información y atiende consultas en cuatro centros –Madrid, Albacete, La Coruña y Barcelona–, de personas menores de 29 años, por teléfono, on line o en consulta. Atienden, al año, a unos 10.000 jóvenes de toda España. Uno de los temas que se trabajan más en los talleres es el de la diferencia entre la vida real y la pornografía. “Tenemos casos, a menudo, de chicos y chicas que no saben cómo se llaman los genitales de la chica, pero sí conocen una práctica sexual que han visto en una página pornográfica”, explica Raquel Hurtado. Los grupos suelen empezar con un juego en el que cada participante se presenta y dice una palabra relacionada con la sexualidad que empiece con la inicial de su nombre. “Más del 30% menciona conceptos que tienen que ver con la pornografía, con prácticas o posturas”, dice. ofrecen un modelo de romanticismo que impide la independencia del otro y refuerzan esta idea.
De hecho, según los estudios, la mayoría de los jóvenes tienen muchas dificultades para percibir el sexismo en la publicidad, por ejemplo. Una tesis doctoral publicada en la Universidad del País Vasco advierte de que solo un 34% de los jóvenes que participaron en el estudio se mostró capaz de hacerlo. “El sexo tiene que ver con la autoestima y con el respeto al otro y eso hay que entrenarlo y trabajarlo con la educación, no es suficiente con hacer un folleto”, dice Raquel Hurtado. También están aumentando los problemas de pareja entre los más jóvenes, con disputas que terminan en conductas agresivas por parte de ambos, debido a los celos o por el uso de las redes.
Quizá, lo primero que deberían aprender es que no hay una sola primera vez, sino que hay muchas: el primer beso, la primera caricia, la primera sensación de deseo. Y que eso lleva a la relación sexual, que es una parte más. Algo llamativo, por ejemplo, es que suele haber mucha diferencia entre la edad de la primera relación con penetración y la siguiente relación. “Es como si la primera relación se produjera por presión del entorno o del grupo y la siguiente vez ya fuera parte del deseo voluntario”, dice Raquel Hurtado.