ABC (Galicia)

Roland Garros año cero: sin Nadal pero con Alcaraz

París lamenta la ausencia del balear, pero celebra una edición en la que Djokovic quiere convertirs­e en único en la eternidad y los jóvenes como Alcaraz y Sinner confirmar el cambio

- LAURA MARTA MADRID

El campeón de Roland Garros en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022 no estará en esta edición 2023 y el vacío es difícil de llenar. Hay candidatos, por supuesto, pero Rafael Nadal y París tienen ese componente mágico que, por el momento, no lo tiene nadie más. Celebran los franceses este curso que se cumplen 40 años desde el último triunfo nacional, con Yannick Noah como representa­nte, pero incluso así, en la entrada del recinto quien espera al visitante es la imponente estatua de Rafael Nadal.

También recibe a los tenistas, desde ayer al 11 de junio, que se debaten entre admitir que no será un Roland Garros igual por la baja del español y la alegría por ver que quizá haya una oportunida­d para ellos. Siempre la hubo, pero también había una constante: en dieciocho ediciones, catorce mordiscos fueron para Nadal, que solo perdió tres partidos, de 112, y ante solo dos jugadores: Robin Soderling, en 2009, y Novak Djokovic, en 2015 y 2021.

Ya hace tiempo que los jóvenes, aunque algunos ya hayan dejado de serlo, saben que es su momento, que el respeto ante sus predecesor­es sigue ahí, pero menos. Es verdad que les ha costado. Porque sí se veían con opciones en los Masters 1.000, estos torneos en los que Nadal dejó de fijarse desde hace tiempo y Djokovic también priorizaba menos. Pero en los Grand Slams seguían a la sombra. Un escalón por debajo sin que ninguno supiera darle alcance a pesar de hacer todo bien.

En los últimos cinco años, solo Dominic Thiem, en el US Open 2020 en el que Djokovic fue descalific­ado por un bolazo a una jueza de línea; Daniil Medvedev (27 años), en el US Open 2021, sin Nadal; y Carlos Alcaraz (20), en el US Open 2022 –tampoco estuvo el serbio–, han conseguido enlazar dos semanas de prestigio y buen físico para levantar el trofeo. Pero Roland Garros es otra cosa. Es la cima de todas las cosas. Porque, en una época en la que todas las superficie­s se parecen, la tierra sigue siendo ese escenario en el que los intercambi­os son más largos, la potencia no siempre se lleva el premio y la estrategia puede minimizar los errores y aumentar la igualdad y la exigencia física.

Ahí quiere destacar Carlos Alcaraz, número 1 del mundo en el que se fijan ya todos los focos en esta edición sin el rey Nadal. Aspira al asalto y muestra candidatur­a: cuatro títulos en este 2023, tres de ellos en tierra batida (Buenos Aires, Barcelona y Madrid) y con 20 triunfos por solo dos derrotas en esta superficie. Se ve con capacidad, e incluso se desmarca con un órdago: «Obviamente si está Nadal, todos los torneos son más complicado­s, pero nunca le he tenido miedo a nadie. Aunque hubiera estado no me hubiera quitado posibilida­des de ganar este torneo. Soy así de ambicioso», sonreía el murciano, abrazando con naturalida­d su condición de favorito aunque rechace la presión. «Para mí sigue siendo una locura ser cabeza de serie número 1 en Grand Slam. Es increíble. Es para lo que he trabajado y me alegra serlo. Pero no siento más presión por ser el número 1 o porque ahora se fijen más en mí o lo que se espere de mí. Tengo claro a qué vengo, a qué tengo que jugar y cómo me tengo que sentir. Es disfrutar, no mostrar tanto énfasis en querer hacer buenos resultados para mantener el número 1, sino dejar fluir mi juego y disfrutar y a partir de ahí llegarán los buenos resultados», admitía en la previa.

Va cargado de confianza, como también Daniil Medvedev, número 2 tras ganar en Roma, por fin un gran título en la tierra batida. Así que ahora se atreve con todo y tiene ya arrestos para ello. Es el mejor del año, con cinco títulos y cinco derrotas en 44 partidos.

Cuatro candidatos al 1

Pero quien sabe que tiene una oportunida­d enorme de hacerse el más grande entre los grandes de la ATP es Novak Djokovic (36). Es el único que ha conseguido ganar a Nadal en París dos veces (2015 y 2021), pero en la final de 2020 sufrió un correctivo, y otro en las semifinale­s del año pasado. Y tiene ganas de usurpar el jardín del balear. El serbio conquistó el Abierto de Australia, aunque después mostró dudas por la lesión en el codo en la gira de tierra batida: segunda ronda en Montecarlo y en Banja Luka, y cuartos ante Holger Rune en Roma.

Roland Garros iba a ser la batalla de las batallas, igualados como llegaban el serbio y el español a 22 Grand Slams en esta carrera infinita por la eternidad. No se producirá el desempate, pospuesta ‘sine die’ a la recuperaci­ón del balear. Pero París será otra cruzada: hasta cuatro contendien­tes pueden salir del torneo como número 1. Junto al español, el ruso y el serbio, tiene también opciones matemática­s Stefanos Tsitsipas. Es verdad que no lleva un año brillante, sin títulos todavía en este 2023, perdió en las finales de Australia (ante Djokovic) y Barcelona (ante Alcaraz), y Medvedev lo apeó de Roma en semifinale­s. Pero fue finalista de Roland Garros en 2021 y es uno de esos tenistas que se manejan de maravilla en la arena.

Pero amenazan muchos más, y con muchas garantías de hacerlo bien. Sobresale Holger Rune (20 años), campeón en Múnich y finalista en Montecarlo y Roma. También Jannik Sinner (21) quiere reivindica­rse entre los grandes en los grandes escenarios. Y reverdecer Casper Ruud (24) en la pista en la que fue finalista el año pasado, así como Alexander Zverev (26) y Felix Auger-Aliassime (22). Empieza un Roland Garros atípico, el primero sin Nadal desde 2004; el primero sin rey, pero con un maestro y muchos príncipes.

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// EP Djokovic y Alcaraz, en Roland Garros

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