Vigo exhibe su historia asentando la tradición platera y azabachera en el Camino Xacobeo
▶ Setenta y cinco piezas artesanales coronan el salón de exposiciones de la urbe hasta julio
La orfebrería, el arte del trabajo de la plata y el azabache, resuena como una escuela que tiene en la ciudad de Santiago su máximo exponente. Y, si bien Compostela es conocida por ser cuna de sagas de orfebres de renombre y de las obras que crearon, más desapercibida pasa la aportación de Vigo a este arte, pese a que esta ciudad también sostuvo su caldo de cultivo particular, siendo un punto intermedio entre los peregrinajes que partían de Portugal y la urbe jacobea. Ahora, una colección de 75 piezas cuya elaboración se remite a las escuelas compostelana y lusa, binomio que comparte influencias, se exhibe en Vigo, asentamiento histórico ‘de parada’ durante las peregrinaciones –que llevaban vinculada la misma práctica de entregar ofrendas a la Catedral que motivó la consolidación de la orfebrería– y en el que inevitablemente terminó por instalarse y evolucionar el oficio.
Desde la esclavina de San Roque hasta una reproducción de la Urna de Santo Domingo, un total de setenta y cinco piezas artesanales de plata y azabache coronan actualmente el salón expositivo de Vigo. Su sello lo marca el puño de maestros que integran el linaje y el saber de los Mayer, Lado, Cedeira u Otero, y de otros ilustres de la talla de Ricardo Rivas, Manuel Dávila o Ricardo Martínez. Cada obra cuenta con una ficha con «todos los datos posibles» sobre su historia y fabricación, explican desde Ourives de Compostela, entidad organizadora de la muestra, a las que complementan otras, colectivas, que tratan aspectos en común de piezas con perfiles afines. También hay presentes carteles de mayor tamaño con información más general sobre los oficios, maeses y estilos artísticos expuestos. La muestra, bautizada Vigo no camiño da ourivaría, permanece visitable en la sala de exposiciones de Afundación ubicada en la calle de Policarpo Sanz (Vigo) durante el horario de apertura del edificio hasta el día 15 de julio, este incluido. la ciudad olívica en la consolidación de la tradición de la platería y la azabachería, a la vez que se acercan al público algunas de las obras más representativas elaboradas por plateros y azabacheros de Compostela. La importancia de Vigo radica en que los peregrinos, temerosos de los asaltadores de caminos durante su itinerario hacia la Catedral, no veían factible portar consigo las ofrendas, de gran valor, que presentarían a su llegada. Por eso comenzó a aflorar la tradición platera y azabachera en los talleres asentados al final de la Ruta Jacobea, que se ocupaban de fabricar sus encargos. Y, si bien la propia Compostela se convirtió en el mayor foco de este trabajo, en el sur de Galicia y, en concreto, en Vigo, estas escuelas también proliferaron al amparo del impulso de la Diócesis de Tui.
Con esto en mente, ‘Vigo no camiño da ourivaría’ se propone acometer una «puesta en valor del arte que atesoran las piezas que desde hace más de doce siglos salen de los talleres artesanos de Compostela, así como la garantía de la continuidad en el tiempo de unas actividades que desfallecían entre la indiferencia y las dificultades económicas propias de la artesanía», en palabras de Ourives, y mostrar una forma de trabajar que, subrayan, abre «una nueva ventana a la historia de Galicia y del Camino». La muestra se presenta, también, como un incentivo a la captación de «nuevos artesanos que busquen afincarse en Galicia como lugar de trabajo y expresión artística» y de estudiantes que decidan optar por versarse en la materia; esto, en línea con el objetivo final de consolidar un centro de divulgación para el saber hacer y la transmisión de estos oficios históricos.