Agua que no has de beber…
Hoy más que nunca existen motivos suficientes para la conservación de los recursos hídricos nacionales, de los que cazadores y pescadores son custodios
No es la primera vez que se trata el tema de nuestros recursos hídricos en esta sección de Patrimonio Natural. Dado lo heterogéneo de su orografía, el territorio español es sin duda privilegiado y la variedad de los cursos fluviales que atraviesan sus valles, sus lagos y embalses, así como la diversidad de sus costas cantábrica, atlántica y mediterránea lo convierten en un paraíso ecológico.
La diversidad de las aguas de nuestros ríos en cuanto a caudal, turbulencia y temperatura hace que especies, tanto autóctonas, alóctonas o migratorias, propias de muy diferentes y distantes hábitats en otras partes del mundo, puedan encontrarse aquí en el curso del mismo río o a pocos kilómetros y que sean un fuerte reclamo para pescadores de todo el mundo.
La pesca puede practicarse en nuestras aguas con cualquier técnica y en cualquier modalidad, aunque seguramente sea la pesca con mosca una de las más conservacionistas y la que más pasiones desata.
Son muchos los atractivos para el mosquero que acude a la llamada de las aguas ibéricas. La pesca con mosca artificial en sí fue desarrollada en Inglaterra para la pesca de salmónidos, truchas en concreto, saltando después al salmón y otras especies. España en este sentido es el extremo meridional del área de distribución de estos salmónidos; y en concreto, para el salmón del Atlántico, los ríos cantábricos son, por ahora, su reducto más sureño a nivel mundial, aunque el desplazamiento del área de cría de esta especie hacia el norte no hace a los expertos ser muy optimistas de cara al futuro y las previsiones son francamente sombrías. En cualquier caso, incluso el rey del agua dulce sigue pescándose a día de hoy en nuestros ríos norteños.
La mitad septentrional de la península sigue siendo un destino muy demandado por el pescador de truchas y por el de mosca en particular; y, si bien la temperatura de sus aguas puede ser un problema en el futuro, la gran cantidad de insectos que producen ha sido siempre una bendición para el pescador de mosca seca, para mí sin duda el método más atractivo. Ver tomar la mosca artificial a una trucha en superficie tiene pocas comparaciones posibles.
Por otro lado, otras especies quizás de menos alcurnia pesquera se han convertido en objetivo de señuelos lanzados con caña de mosca; y barbos, carpas, ‘black bass’, lucios o especies marinas son hoy pescados con avidez de esta forma.
Esta riqueza pesquera y el arraigo de la pesca deportiva en nuestras aguas ha motivado que, bajo el auspicio del programa de radio ‘El río de la vida’, se celebrara el pasado sábado la segunda edición de entrega de galardones en la Gala de Premios Pesca. Como si de la entrega de los premios Oscar se tratara, con alfombra roja y demás boato, este evento cumplió y celebró su segundo año y en él se dieron cita los pescadores más reconocidos, premiándose en quince apartados a aquellos que más han destacado durante la pasada temporada en aspectos relacionados con esta actividad, como la pesca de salmónidos a mosca, pesca en agua dulce, de mar costa, ‘carpfishing’, montaje de moscas y ‘stremers’, o en algo tan consustancial a la pesca a mosca como es la gestión fluvial o la conservación medioambiental de estos entornos.
Se dice que el agua es un bien escaso y que lo va a ser más en un futuro no muy lejano. También que los países que más van a sufrir la falta de agua serán los que se encuentran en una franja que incluye España, territorios que hoy se ven inmersos en un proceso de desertificación. Por si fuera poco, la propia gravedad hace que todos los vertidos nocivos procedentes de la industria, la ganadería y agricultura intensivas y de las propias zonas urbanas acaben arrastrados por las aguas a ríos y embalses y, finalmente, a mares y océanos. Así que hoy más que nunca existen motivos más que suficientes para promover acciones de conservación de este patrimonio natural líquido, del que los cazadores y pescadores son sus más motivados custodios.