El último reducto de vida
La crudeza de la guerra se hace patente con la llegada de un soldado herido, alcanzado por la artillería rusa en el frente del Donbass. Dos enfermeros caminan por el barro mientras que transportan el cuerpo inerte del soldado sobre una camilla. Su uniforme rasgado, el rostro desencajado y palidecido, el reguero de sangre, presagian lo peor. Mientras, en la sala de operaciones, Yuriy y su equipo de médicos, que antes de la guerra ejercían en un hospital de Kiev, esperan la llegada del herido. El quirófano, apenas equipado con lo básico, se erige como el último reducto de vida para los soldados ucranianos que caen en combate.
La tensión que se respira en la sala es sobrecogedora. El silencio es sólo roto por el zumbido de los monitores y la respiración del soldado. Los médicos, en su lucha desesperada por mantenerlo con vida, trabajan con una coordinación milimétrica. Evalúan cada herida y actúan. Pero la duda está presente, nadie sabe si lograrán salvar la vida del soldado.
La guerra en Ucrania ha dejado una cifra incierta de soldados muertos en combate. La censura impuesta por Kiev sobre la revelación de sus propias bajas dificulta la determinación exacta de este número. En el frente del Donbass, la cantidad de soldados ucranianos heridos o fallecidos a diario es alarmante, una situación reconocida por las propias autoridades ucranianas. En respuesta, las unidades de infantería mejor entrenadas y con mayor experiencia en combate son mantenidas en reserva para la anunciada contraofensiva de primavera, mientras que las tropas menos experimentadas, como las de las unidades de defensa territorial, son enviadas a la línea del frente y soportan la presión de resistir la nueva ofensiva del Kremlin en la región.
El general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, afirmó el pasado mes de noviembre que aproximadamente 100.000 soldados rusos y 100.000 ucranianos han fallecido o resultado heridos en la guerra en Ucrania desde el inicio de la invasión. Otras fuentes gubernamentales ucranianas aseguran que las bajas rusas son aún mayores, pero no obstante, aseguran que estas pérdidas humanas no serán un obstáculo para los objetivos bélicos de Putin.
A pesar de que la crítica comienza a surgir entre sus seguidores, Putin no enfrenta oposición política real en casa y ha presentado la guerra en Ucrania como una lucha similar a la que enfrentó la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, cuando murieron más de ocho millones de soldados soviéticos.
Ante el bloqueo informativo sobre este asunto tabú para ambos bandos, las cifras de soldados fallecidos de Ucrania y Rusia son estimaciones basadas en imágenes satélites, interceptaciones de comunicaciones, redes sociales e informes de los medios de comunicación, así como en informes oficiales de ambos gobiernos. Establecer números precisos es extremadamente difícil y las estimaciones varían, incluso dentro del propio Gobierno estadounidense.
Según EE.UU., cerca de 100.000 soldados rusos y 100.000 ucranianos han muerto o han resultado heridos