De la gloria al ostracismo
▶ La vicepresidenta valenciana vive sus horas más bajas en la política tras la condena a su exmarido por abusar de una menor tutelada por la Generalitat
Mónica Oltra Jarque (Neuss, Alemania, 1969) rozó la gloria política tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015, cuando llegó a acariciar con la yema de los dedos la Presidencia de la Generalitat Valenciana. Un cargo al que no accedió, según su opinión, «por ser mujer». Si bien es cierto que el ascenso de Compromís resultó determinante para acabar con la hegemonía de veinte años del PP, no es menos verdad que Ximo Puig obtuvo cuatro escaños más que Oltra, quien en unas declaraciones realizadas este mismo mes proclamó que «si yo hubiera sido un hombre, habría sido presidente, no tengo ninguna duda, entre otras cosas porque no hubiera cedido».
La dirigente de Compromís ha vuelto a recurrir a la dicotomía entre el machismo y el feminismo en su afán de salir del atolladero político en el que le ha introducido la sentencia de la Sala Segunda de la Audiencia de Valencia que condena a su exmarido por un delito continuado de abuso sexual a una menor de edad que estaba bajo la tutela de la Generalitat.
Fallo demoledor
El fallo resulta demoledor para la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra, quien todavía estaba casada con el ahora condenado cuando se consumaron los abusos sexuales entre 2016 y 2017 en el centro de menores en el que trabajaba. Oltra defiende que «la dirección política de la Conselleria no tuvo conocimiento de los hechos hasta pasados unos meses» y que entonces se ordenó un nuevo protocolo para comunicar a la Fiscalía de Menores todos los casos ante cualquier sospecha. Sin embargo, el veredicto contra Luis Eduardo Ramírez Icardi cuestiona la tarea de protección de la Conselleria de Igualdad hacia la niña, que entonces tenía trece años. La Audiencia recrimina a la Generalitat la «hostilidad y absoluta falta de empatía hacia la víctima que se trasluce en los informes aportados, y que se elaboran por quienes, paradójicamente, estaban llamados a protegerla».
De hecho, el exmarido de Oltra mantuvo el trabajo y la menor fue trasladada a otro centro. La joven ha declarado
La Audiencia Provincial de Valencia condenó a Luis Eduardo Ramírez Icardi, exmarido de Mónica Oltra, a cinco años de prisión por abusos sexuales a una adolescente en un centro de protección de menores cuando todavía estaban casados.
El Tribunal Superior de Justicia estimó parcialmente el recurso de la defensa del condenado y decretó la nulidad del juicio debido a que se dejaron fuera del procedimiento dos informes que cuestionarían la credibilidad de la víctima.
La Audiencia Provincial de Valencia condenó de nuevo al educador por abusos sexuales a la menor tutelada. El fallo recrimina al Gobierno valenciano la falta de protección a la víctima. que «cuando contaba lo que me hacía nadie me creía» y que «me dieron la espalda los que debían protegerme». La Audiencia reprocha al departamento del que Mónica Oltra es la máxima responsable política que no se diera parte a la «Fiscalía de Menores para la protección de la menor, practicándose, por contra, una ‘instrucción’ paralela por personal de la Conselleria con toma de declaraciones a testigos e incluso práctica de una pericial no se sabe con qué objeto». Pese a la contundencia de la sentencia, Mónica Oltra ha negado «rotundamente» que su relación personal con el condenado influyera en la actuación de la Conselleria y como casi siempre ha tratado de refugiarse en el feminismo para replicar las críticas de la oposición, que reclama la asunción de responsabilidades políticas.
La vicepresidenta valenciana acusa al PP del «uso machista de una relación personal». Sin embargo, no reaccionó igual ante otros casos de abusos a menores, como el que denunció en sede parlamentaria con todo tipo de detalles en un centro de menores de Segorbe y en el que el acusado resultó absuelto. Oltra recriminó a las Hermanas Capuchinas que hubieran tapado un caso de abuso que para la justicia no fue tal. Nunca rectificó. Ahora, respecto a la causa en la que se ha condenado a su exmarido, ya ha apuntado cuál será su línea argumental: «No me puedo permitir ni como mujer, ni como madre ni como consellera de Políticas Inclusivas una sociedad que culpabiliza a las mujeres y a las familias de hechos de los que no somos responsables». Oltra sostiene que «no se ha juzgado a la Conselleria, sino un caso de abusos sexuales». La sentencia, sin embargo, ha agudizado la sensación cada vez más extendida de que Mónica Oltra atraviesa las horas más bajas de una extensa trayectoria política que comenzó cuando era una adolescente en las filas del Partido Comunista.
Una carrera en declive
Después de dos intentonas fallidas para convertirse en la primera mujer en presidir la Generalitat Valenciana, la figura de Mónica Oltra ya no resulta indiscutible en las filas de Compromís, que bajo su liderazgo se hundió en 2019 como cuarta fuerza política en la región. De hecho, en el seno de la formación se manejan alternativas que sitúan al consejero de Educación, Vicent Marzà. como posible candidato a disputarle el puesto a Ximo Puig y a Mónica Oltra en la lista municipal de la ciudad de Valencia, donde se da por hecho que ya no concurrirá el actual alcalde, Joan Ribó. El desgaste de seis años de gestión y la estrategia de Compromís de marcar distancias con el PSPV-PSOE ha deteriodado también su relación con Ximo Puig, con quien Oltra ha formado un matrimonio político de convivencia.
Cronología del caso