Se trata del sistema «Rivemove», que ya ha puesto en el mercado más de 10.000 unidades
Denuncian un anclaje para sillas de bebé tras la muerte de una niña ▶
En septiembre de 2018, un accidente de tráfico se cobró la vida de una niña de solo dos años en Vilagarcía. La pequeña viajaba en una silla homologada y con los arneses perfectamente ajustados, pero tras un impacto a 70 kilómetros por hora su cabeza chocó contra el asiento del copiloto, lo que le provocó un severo traumatismo craneoencefálico. Cuando llegó al hospital de Santiago ya estaba en coma y falleció 20 horas después, mientras que su madre solo sufrió heridas leves en una muñeca. Las dos viajaban a bordo de un Audi Q3 que colisionó por atrás contra un autobús escolar que había, a su vez, aminorado el paso a causa de otro accidente.
En un primer momento, se culpó a la tablet que la niña iba viendo del grave traumatismo, pero el informe definitivo de la Guardia Civil dado a conocer esta semana lo desmiente y ofrece un inesperado giro a la investigación. Según los agentes de la agrupación de Tráfico, el único elemento que se deformó tras el impacto fue una suerte de extensor que los padres habían acoplado al ISOFIX del vehículo para ganar espacio en el centro del coche. Este elemento se comercializa bajo la marca RiveMove (de la firma RiveKids, de Valladolid) y promete blindar la seguridad del niño al tiempo que desplaza la silla en dirección a la puerta del coche hasta 7 centímetros, para que el asiento central no quede inutilizado en el caso de llevar dos sistemas de retención. Pero lo cierto, atendiendo al informe de Tráfico, es que este sistema, que no ha sido homologado, pone en grave peligro a sus usuarios. Tanto es así que se ha lanzado ya una circular en la que se le imparten instrucciones a los agentes sobre la forma de actuar en caso de encontrarse con conductores que estén haciendo uso de este dispositivo, y la directriz es clara: «Los efectivos deberán formular el correspondiente boletín de denuncia». A día de hoy la infracción supondrá el pago de 200 euros de multa y la detracción de 3 puntos de carnet, pero cuando se apruebe el anteproyecto de reforma del carnet por puntos, la detracción será ya de 4 puntos. Según indican desde la AUGC, los agentes actuantes también se deberán asegurar de que el conductor retira el citado dispositivo y ancla el SRI correctamente al ISOFIX del vehículo, tal y como indica el manual de instrucciones, antes de continuar la marcha.
«Publicidad engañosa»
Las instrucciones son claras, pero en el caso de la niña de Vilagarcía llegan con dos años de retraso. En una conversación con ABC, el abogado de la familia, Juan Carlos Cabada, reconoció que los padres adquirieron este sistema guiándose por la publicidad de la marca, que aún a día de hoy insiste en que se trata de un anclaje «seguro» que «ha sido testado». «En un primer momento, la madre, como conductora, se culpabilizó. Pero la verdad es que el coche iba a la velocidad adecuada con una silla homologada y correctamente instalada, por lo que esto no tenía que haber sucedido», introduce el letrado de la familia ante las evidencias expuestas por los informes técnicos. «El vehículo absorbió el impacto, saltaron los airbags y la madre solo se hizo daño en una muñeca, pero cuando miró atrás ya vio que la niña estaba inconsciente», detalla Cabada sobre las trágicas circunstancias del accidente. «La niña no chocó contra el DVD, que estaba intacto, sino contra el reposacabezas del copiloto», expone.
A partir de aquí se inicia una investigación que concluye que el único elemento deformado en el interior del vehículo de alta gama había sido el RiveMove. «La Guardia Civil determinó que la causa eficiente del accidente fue un deslumbramiento de la madre, pero que el fallecimiento pudo haberse debido a dos factores: el extensor y el movimiento del asiento trasero». En este documento se detalla que la niña sufrió un movimiento hacia delante de unos 7-10 centímetros que provocó el impacto. Esta oscilación conecta con que el anclaje denunciado aproxima a los niños al asiento delantero por encima del límite permitido (unos 55 centímetros), lo que de facto implica un grave peligro. «Esos centímetros de salvaguarda que no
¿En qué consiste? Este sistema permite ganar sitio en el asiento trasero, desplazando la silla hacia la ventana
Riesgos El informe de la Guardia Civil alerta de que este anclaje se deforma ante los impactos
tuvo fueron los que provocaron el fatal desenlace», afirma el abogado de los padres, que ya ha iniciado proceso judicial contra la empresa comercializadora de este accesorio por un supuesto caso de publicidad engañosa y un defecto en la fabricación del aparato.
La homologación de este anclaje está ahora en el centro de la polémica, porque el Instituto Armado confirma que no cuenta con ningún tipo de garantía para su venta. La empresa, por su parte, insiste en que su sistema está certificado por un instituto de seguridad italiano (en el que se probó con cuatro sillas), pero esto no es válido en España, donde el único que homologa es el Ministerio de Industria. A raíz de conocer que no había garantías a propósito de la seguridad de este extensor, las distintas marcas de coches que se comercializan en España y los principales proveedores de sillas de bebés fueron consultados por la Guardia Civil acerca de si su uso ha sido verificado con este sistema. La respuesta, en todos los casos, fue negativa. Nadie lo había probado, aunque la marca había utilizado publicidades en distintos foros automovilísticos, «donde se vende como un elemento de seguridad completamente verificado».
129 euros
El precio de estos anclajes en el mercado ronda los 129 euros y hay unas 10.000 unidades comercializadas. Incluso es posible encontrarlas de segunda mano en algunos portales, en los que los vendedores aseguran que se trata de un sistema autorizado. Desde la web de la empresa indican, literalmente, que el RiveMove «ha sido testado» y «es seguro». El portal de venta incluso advierte que este anclaje «no solo mejora la seguridad de los más pequeños, sino también la de los adultos ocupantes de la plaza central trasera» cuando —rebate el abogado de los padres— «es todo lo contrario, porque la silla va adelantada e inclinada unos quince grados».
Sobre las comprobaciones que el aparato ha superado, el fabricante resalta que «la tecnología que incorpora RiveMove ha sido testada en un centro tecnológico internacional e independiente, CSI S.p.A. Los ensayos realizados en este laboratorio acreditan que RiveMove absorbe parte de la energía del impacto para que el niño sufra menos daños». Sin embargo, utilizarlo es exponerse a sanción de Tráfico por considerarlo un elemento peligroso. Consultados por ABC, desde Rive Kids declinaron hacer declaraciones al respecto de esta denuncia. «Estamos desbordados. Nuestro gabinete jurídico está trabajando en el tema y próximamente emitiremos un comunicado dando explicaciones», se limitaron a responder.