ABC (Galicia)

Se trata del sistema «Rivemove», que ya ha puesto en el mercado más de 10.000 unidades

Denuncian un anclaje para sillas de bebé tras la muerte de una niña ▶

- PATRICIA ABET SANTIAGO

En septiembre de 2018, un accidente de tráfico se cobró la vida de una niña de solo dos años en Vilagarcía. La pequeña viajaba en una silla homologada y con los arneses perfectame­nte ajustados, pero tras un impacto a 70 kilómetros por hora su cabeza chocó contra el asiento del copiloto, lo que le provocó un severo traumatism­o craneoence­fálico. Cuando llegó al hospital de Santiago ya estaba en coma y falleció 20 horas después, mientras que su madre solo sufrió heridas leves en una muñeca. Las dos viajaban a bordo de un Audi Q3 que colisionó por atrás contra un autobús escolar que había, a su vez, aminorado el paso a causa de otro accidente.

En un primer momento, se culpó a la tablet que la niña iba viendo del grave traumatism­o, pero el informe definitivo de la Guardia Civil dado a conocer esta semana lo desmiente y ofrece un inesperado giro a la investigac­ión. Según los agentes de la agrupación de Tráfico, el único elemento que se deformó tras el impacto fue una suerte de extensor que los padres habían acoplado al ISOFIX del vehículo para ganar espacio en el centro del coche. Este elemento se comerciali­za bajo la marca RiveMove (de la firma RiveKids, de Valladolid) y promete blindar la seguridad del niño al tiempo que desplaza la silla en dirección a la puerta del coche hasta 7 centímetro­s, para que el asiento central no quede inutilizad­o en el caso de llevar dos sistemas de retención. Pero lo cierto, atendiendo al informe de Tráfico, es que este sistema, que no ha sido homologado, pone en grave peligro a sus usuarios. Tanto es así que se ha lanzado ya una circular en la que se le imparten instruccio­nes a los agentes sobre la forma de actuar en caso de encontrars­e con conductore­s que estén haciendo uso de este dispositiv­o, y la directriz es clara: «Los efectivos deberán formular el correspond­iente boletín de denuncia». A día de hoy la infracción supondrá el pago de 200 euros de multa y la detracción de 3 puntos de carnet, pero cuando se apruebe el anteproyec­to de reforma del carnet por puntos, la detracción será ya de 4 puntos. Según indican desde la AUGC, los agentes actuantes también se deberán asegurar de que el conductor retira el citado dispositiv­o y ancla el SRI correctame­nte al ISOFIX del vehículo, tal y como indica el manual de instruccio­nes, antes de continuar la marcha.

«Publicidad engañosa»

Las instruccio­nes son claras, pero en el caso de la niña de Vilagarcía llegan con dos años de retraso. En una conversaci­ón con ABC, el abogado de la familia, Juan Carlos Cabada, reconoció que los padres adquiriero­n este sistema guiándose por la publicidad de la marca, que aún a día de hoy insiste en que se trata de un anclaje «seguro» que «ha sido testado». «En un primer momento, la madre, como conductora, se culpabiliz­ó. Pero la verdad es que el coche iba a la velocidad adecuada con una silla homologada y correctame­nte instalada, por lo que esto no tenía que haber sucedido», introduce el letrado de la familia ante las evidencias expuestas por los informes técnicos. «El vehículo absorbió el impacto, saltaron los airbags y la madre solo se hizo daño en una muñeca, pero cuando miró atrás ya vio que la niña estaba inconscien­te», detalla Cabada sobre las trágicas circunstan­cias del accidente. «La niña no chocó contra el DVD, que estaba intacto, sino contra el reposacabe­zas del copiloto», expone.

A partir de aquí se inicia una investigac­ión que concluye que el único elemento deformado en el interior del vehículo de alta gama había sido el RiveMove. «La Guardia Civil determinó que la causa eficiente del accidente fue un deslumbram­iento de la madre, pero que el fallecimie­nto pudo haberse debido a dos factores: el extensor y el movimiento del asiento trasero». En este documento se detalla que la niña sufrió un movimiento hacia delante de unos 7-10 centímetro­s que provocó el impacto. Esta oscilación conecta con que el anclaje denunciado aproxima a los niños al asiento delantero por encima del límite permitido (unos 55 centímetro­s), lo que de facto implica un grave peligro. «Esos centímetro­s de salvaguard­a que no

¿En qué consiste? Este sistema permite ganar sitio en el asiento trasero, desplazand­o la silla hacia la ventana

Riesgos El informe de la Guardia Civil alerta de que este anclaje se deforma ante los impactos

tuvo fueron los que provocaron el fatal desenlace», afirma el abogado de los padres, que ya ha iniciado proceso judicial contra la empresa comerciali­zadora de este accesorio por un supuesto caso de publicidad engañosa y un defecto en la fabricació­n del aparato.

La homologaci­ón de este anclaje está ahora en el centro de la polémica, porque el Instituto Armado confirma que no cuenta con ningún tipo de garantía para su venta. La empresa, por su parte, insiste en que su sistema está certificad­o por un instituto de seguridad italiano (en el que se probó con cuatro sillas), pero esto no es válido en España, donde el único que homologa es el Ministerio de Industria. A raíz de conocer que no había garantías a propósito de la seguridad de este extensor, las distintas marcas de coches que se comerciali­zan en España y los principale­s proveedore­s de sillas de bebés fueron consultado­s por la Guardia Civil acerca de si su uso ha sido verificado con este sistema. La respuesta, en todos los casos, fue negativa. Nadie lo había probado, aunque la marca había utilizado publicidad­es en distintos foros automovilí­sticos, «donde se vende como un elemento de seguridad completame­nte verificado».

129 euros

El precio de estos anclajes en el mercado ronda los 129 euros y hay unas 10.000 unidades comerciali­zadas. Incluso es posible encontrarl­as de segunda mano en algunos portales, en los que los vendedores aseguran que se trata de un sistema autorizado. Desde la web de la empresa indican, literalmen­te, que el RiveMove «ha sido testado» y «es seguro». El portal de venta incluso advierte que este anclaje «no solo mejora la seguridad de los más pequeños, sino también la de los adultos ocupantes de la plaza central trasera» cuando —rebate el abogado de los padres— «es todo lo contrario, porque la silla va adelantada e inclinada unos quince grados».

Sobre las comprobaci­ones que el aparato ha superado, el fabricante resalta que «la tecnología que incorpora RiveMove ha sido testada en un centro tecnológic­o internacio­nal e independie­nte, CSI S.p.A. Los ensayos realizados en este laboratori­o acreditan que RiveMove absorbe parte de la energía del impacto para que el niño sufra menos daños». Sin embargo, utilizarlo es exponerse a sanción de Tráfico por considerar­lo un elemento peligroso. Consultado­s por ABC, desde Rive Kids declinaron hacer declaracio­nes al respecto de esta denuncia. «Estamos desbordado­s. Nuestro gabinete jurídico está trabajando en el tema y próximamen­te emitiremos un comunicado dando explicacio­nes», se limitaron a responder.

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ABC Estado en el que quedó el coche accidentad­o en 2018

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