ESPAÑA SE CONVIERTE EN LA HUERTA DE EUROPA GRACIAS A LA INVESTIGACIÓN Y EL DESARROLLO
Sector hortofrutícola
El sector hortofrutícola es uno de los pilares en los que se sustenta la economía de España, país que es el mayor exportador mundial de frutas y hortalizas, y el octavo del mundo en cuanto a volumen de producción. De los 27,8 millones de toneladas, el 60% de la producción de frutas y hortalizas se dedica a la exportación. Las ventas al exterior rondaron los 12.500 millones en 2016 y hasta noviembre del año pasado sumaban casi 11.400. El 59% de la producción vegetal agraria española es hortofrutícola y en este ámbito se concentra el 40% del empleo agrario, unos 400.000 puestos de trabajo directos.
Cifras que hablan de un sector con sólidas raíces y que mira al exterior con ambición. Pero si España quiere seguir siendo la «huerta de Europa», competir con nuevos actores que brotan con fuerza, necesita lo que otras muchas industrias: aplicarse en la innovación. Esa es una de las grandes conclusiones a la que se ha llegado esta semana durante la celebración en Berlín de Fruit Logística 2018, la mayor feria de frutas y verduras del mundo.
«El mercado demanda cada vez más alimentos frescos de absoluta calidad, con nuevas presentaciones, diferentes tamaños y texturas, nutritivos y con más sabor; los quiere en cualquier época del año, cerca de casa, a precios asequibles, más duraderos y con ple- na seguridad alimentaria. Si todo ello es posible, es gracias a la investigación genética que llevan a cabo los obtentores vegetales». asegura Antonio Villarroel, secretario general de Anove, una asociación que agrupa a las compañías y centros públicos dedicados a la investigación, el desarrollo y la explotación de nuevas variedades vegetales.
Las empresas espñaolas de esta industria dedicada a la obtención de variedades vegetale, han viajado esta semana a Berlín para sacar pecho durante este macroevento al que acuden más de 3.000 expositores y 76.000 visitantes de 84 países. Allí ha quedado patente que el potencial investigador es uno de los factores decisivos que explican el dinamismo exportador del sector hortofrutícola español.
Anove es una asociación privada y sin ánimo de lucro que agrupa a 55 compañías y centros públicos. De todas ellas, 25, casi todas las que centran su trabajo en frutas y hortalizas, han estado presentes en esta edición de Fruit Logistica, demostrando la fortaleza del sector y su vocación internacional.
Las entidades y empresas asociadas a Anove disponen actualmente de 52 centros de I+ D en España, de los cuales 34 son del sector hortofrutícola —14 (40%) se concentran en la Región de Murcia y 10 ( 30%) en la provincia de Almería— y ponen en el mercado más del 95% de las variedades utilizadas en los principales cultivos: 99% de hortícolas, 85% de frutos rojos, 90% de frutas dulces, 100% de maíz, 100% de remolacha, 90% de cereal, 90% de girasol o 80% de algodón.
Valor añadido
«El reto fundamental que tiene la agricultura española es precisamente el de la innovación como valor añadido » , subraya a ABC el secretario general de Anove, quien cree que «la posición de liderazgo exportador de España no puede sostenerse exclusivamente sobre la base del precio » . « Siempre va a haber un tercer país competidor que, por sus circunstancias sociales y económicas, puede producir más barato que nosotros, por lo que ésta es una batalla perdida y un negocio ruinoso a largo plazo», señala Antonio Villarroel. Según explica el secretario general de Anove, « la mejora u obtención vegetal es una actividad altamente
Producción anual
innovadora, con gran trascendencia económica, que requiere indispensablemente una gran dedicación de recursos en investigación y desarrollo para poder poner todos los años nuevas variedades a disposición de los agricultores » . De hecho, las compañías asociadas a Anove invierten entre el 20% y el 30% de su facturación en I+ D+ i y dedican hasta un 30% de su personal a esta labor fundamental de la investigación, por delante incluso de sectores como el de la automoción, el farmacéutico, la industria aeroespacial o las tecnologías de la información.
Con ello, indica Antonio Villarroel, «la generación de nuevas variedades de frutas y hortalizas da respuesta a la demanda de productores y consumidores finales y asegura, al mismo tiempo, la sostenibilidad económica, medioambiental y social de toda la cadena alimentaria».
Por otra parte, el secretario gene-