Residuos eléctricos y electrónicos
Más de 115.000 kilos
de residuos eléctricos y electrónicos han sido gestionados correctamente por la Fundación Ecolec, siendo el primer y único Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) en superar por cuarto año consecutivo la barrera de los cien millones.
32.759,7 toneladas
se han recogido en España de aparatos de intercambio de temperatura como frigoríficos o aires acondicionados y 2.637,8 de televisores y monitores. Son aparatos especialmente contaminantes y peligrosos.
Grandes aparatos
con una dimensión exterior superior a 50 centímetros han acumulado un volumen de recogida de 67.154,7 toneladas. Algo más de 12.000 se han recogido de aparatos pequeños; 417 de aparatos de informática y telecomunicaciones pequeños. Así como 70,4 toneladas de lámparas.
503 toneladas
de paneles fotovoltaicos han sido recogidas, procedentes de instalaciones de hace más de veinte años. El reto está en la gestión futura de las grandes cantidades de paneles que se instalan actualmente cuando se conviertan en residuos, y para los que a día de hoy no existen suficientes plantas de reciclaje.
que serán más de un centenar de piezas que llegarán de 70 prestatarios diferentes de muchos lugares.
Así subrayó la ambición de una exposición que quiere contar una época que no fue el momento intermedio que alguien pueda pensar. Para empezar, es el momento en que el cristianismo termina de implantarse como la nueva religión de la sociedad, y por eso en la exposición habrá numerosas muestras de la liturgia y de las construcciones religiosas de este tiempo.
La figura de Osio
El cristianismo llegaba a todos los rincones del Imperio Romano, pero Córdoba ya tenía importancia, como recordó Alexandra Chavarría al hablar del obispo Osio, «que fue consejero y asesor nada menos que del emperador Constantino». Es decir, de quien terminó con la persecución de los seguidores de Jesús a través del Edicto de Milán en el año 313.
‘Córdoba y el Mediterráneo cristiano. De Constantino a Justiniano’ expresa además su vocación de explicar cómo tras el derrumbamiento del Imperio Romano de Oriente el faro de la civilización cristiana pasó a estar en Bizancio, en Oriente, donde la etapa de Justiniano, a principios del siglo VI, se considera como una de las más brillantes. La comisaria avanzó que será una exposición que intentará que «la