LO QUE LA VERDAD DE LA SAREB ESCONDE, «NI ES BANCO NI ES MALO», ES ‘FAKE’
Ynos estalló la bomba. Otra. Era cuestión de tiempo. Y en menudo momento. En el peor diría yo. El cantar nuestro de cada día. De aquellos polvos, estos lodos. Hoy, esos que afloran de otro parche mal puesto. Hablo de la de 1.200 millones, más 3.600 de deuda subordinada. Hasta 4.800 millones pues. El 55% restante lo aportaban catorce bancos nacionales, previa llamadita al orden desde el de la cuestión: más dos bancos extranjeros y una eléctrica y diez aseguradoras veces más de lo que habían puesto los bancos privados. A lo que se añadió otra brillante idea de su propia presidenta: contratar un seguro (swap) para protegerse de alzas de tipos… cuando estábamos a las puertas de los desplomes hasta entrar en terreno negativo. Pues sepan que la gracia nos ha costado ya casi 3.000 millones... y subiendo. ¡Lástima que ya en 2013 Romana ni se parase a echar un vistazo a la oferta del banco chino por el 100% de Sareb! Torpeza máxima.
El caso es que casi diez años después la decisión de Eurostat deja en papel mojado aquella estratagema tan rentable y tan buen negocio. Hay que imputar las pérdidas y la deuda de Sareb al Estado igual que si no hubiera accionistas privados. El Estado avala esa deuda en caso de impago, asume el riesgo y, por tanto, se lo tiene que apuntar. Y para mal de males, no se ha logrado recuperar más que una pequeñísima
‘dark store’ en España, donde solo cuenta con locales en Madrid y Barcelona. Esta misma semana la plataforma ha logrado cerrar una ronda de financiación por 450 millones de euros. Buena parte de estos ingresos serán invertidos en el desarrollo de su área de supermercado.
Quejas vecinales en Madrid
Por su parte, Mercadona desarrolló con sus colmenas su propio estilo de ‘dark store’. A diferencia de las anteriores empresas, las colmenas de la empresa valenciana son grandes estructuras y no están en el centro de las ciudades. Aun así, está por ver que la compañía de Juan Roig entre en el mundo de las ‘dark stores’, ya que recientemente tuvo que parar su proyecto de abrir una en una urbanización de lujo en la Comunidad de Madrid.
Concretamente, en El Bosque, en el municipio de Villaviciosa de Odón, donde la mayoría de sus vecinos se quejaron reiteradamente por el trasiego de camiones y los ruidos tras transformar el supermercado en una nueva tienda sin clientes para la venta online.