Los empresarios recelan de que la ley de teletrabajo esté lista este mismo mes
La mesa de negociación sobre el futuro de los ERTE sigue negociando contra reloj aunque, según fuentes presentes en las conversaciones, son aún muchos los cabos que quedan por atar. La tensión de las conversaciones se dejó entrever ayer en las palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que acudió a la clausura de la asamblea anual de CEIM. Garamendi pidió entonces al Gobierno que se desvele cuál es el detalle del coste de este esquema de protección, tanto en prestaciones como en bonificaciones a la Seguridad Social. Una información que la patronal considera imprescindible para poder seguir con las conversaciones. «Es muy difícil sentarse a la mesa si no sabemos cuál el coste real de estos ERTE. Falta información», advirtió.
El Gobierno no dudó en recoger el guante. Desde Trabajo aseguraron que la información está en poder de los empresarios «desde el primer día», mientras que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que la suma asciende a «unos 4.500 o 5.000 millones de euros mensuales». Las respuestas, sin embargo, no convencieron y las miradas se dirigen hacia el ministerio de Seguridad Social. El debate en torno al desglose de conceptos responde a una petición que han hecho los empresarios –y en la que también coinciden los sindicatos– de dirigir los esfuerzos a partir de ahora apoyar a las empresas que siguen cerradas, en vez de subvencionar la reincorporación de trabajadores de empresas que ya están funcionando, aunque sea en parte.
Fuentes empresariales explican que, dado que existen limitaciones presupuestarias para prorrogar las ayudas, estas deben orientarse a las empresas que siguen con ERTE total, beneficiándose de las mayores exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social. «Si no tenemos recursos limitados, lo lógico es que las empresas paguen
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo menos cotizaciones por los trabajadores que no han vuelto a trabajar que por los que sí lo han hecho», apuntan fuentes empresariales. «Por eso se quiere conocer el detalle de las cifras, para ver cuánto se ha destinado a cada concepto», concretan.
Teletrabajo, este mismo mes
Otras fuentes apuntan a que el ministerio de Seguridad Social estaría abierto a estudiar este escenario, aunque el ministro Escrivá siempre ha sido un defensor de este sistema de incentivos a la reactivación empresarial. Garamendi, sin embargo, se mostró ayer receloso y pidió que el Ejecutivo que no se siente a la mesa de negociación únicamente a hacer propuestas, sino que también escuche a la otra parte.
Además, criticó la forma en la que se ha abordado la regulación del teletrabajo, proyecto que, según fuentes del ministerio de Trabajo, verá la luz este mismo mes. «Se quiere legislar el teletrabajo como algo ordinario a través de lo que es una situación extraordinaria», insistió. «No va a haber el 33% de la gente teletrabajando de forma ordinaria», dijo. Y es por ello que «no queremos ir con rapidez en algo que requiere mesura y de querer introducir vía esta normativa cambios en la reforma laboral».
El otro gran punto de desencuentro entre empresarios y el Gobierno sigue estando en los mensajes que lanza el Gobierno respecto a la reforma laboral. «Que tengamos la inseguridad jurídica de no saber cómo vamos a trabajar, si van a cambiar una norma u otra y más con la que está lloviendo es ir en la dirección contraria a la que debiéramos», zanjó Garamendi.