Un Sánchez desatado ataca a Aznar y recurre al franquismo
▶ El PSC se echa en brazos del presidente para movilizar el voto metropolitano
Pedro Sánchez va con todo. El presidente del Gobierno redobló ayer sus ataques a PP, Vox y su «máquina del fango» en un mitin en Montmeló (Barcelona), segunda aparición en la campaña de las catalanas del 12M tras su «periodo de reflexión» y anuncio de que permanece al frente del Ejecutivo. Como el jueves en Sant Boi, Sánchez dijo verse «con más ganas y fuerza que nunca», lo que ayer se tradujo en un endurecimiento del tono, sacando a pasear, para atacarlo, a José María Aznar y rescatando del arsenal a las víctimas del franquismo.
El PSC se echa así definitivamente en brazos del Sánchez más desatado, convencido el partido de que todo el episodio en torno a su retirada y triunfal regreso moviliza al electorado del cinturón metropolitano, que habitualmente vota socialista en las generales pero se abstiene en las autonómicas. De las catalanas de 2021 a las generales del pasado julio el socialismo creció en ocho puntos porcentuales, casi 600.000 votos que el PSC confía en movilizar en parte, la diferencia que hay entre una victoria holgada como apuntan las encuestas a un triunfo rotundo.
Antes de que eso suceda, el partido, con la ayuda de Sánchez, trata de que el ánimo no decaiga, lo que se traduce en una nueva andanada contra la derecha, no tanto contra el independentismo, como si el presidente del Gobierno estuviese trasladando a la campaña catalana su combate sin cuartel en el ámbito nacional. Ayer, y mientras de manera simultánea Alberto Núñez Feijóo participaba en el acto central de la campaña del PP en Badalona,
Sánchez equiparaba al popular con el líder de Vox, Santiago Abascal, acusando a ambos de compartir «política, insultos y desinformación», una coincidencia que extendió al que considera «ideólogo» de las dos formaciones, el expresidente José Maria Aznar. Sánchez aludió al exdirigente popular como uno de los responsables de la «campaña de hostigamiento» que, denuncia, sufre su Gobierno. Tras no poder llegar a La Moncloa tras el 23J, apuntó Sánchez, «Aznar dijo aquello de ‘quien pueda hacer que haga’». «Yo respondo ahora», prosiguió Sánchez, «quien pueda votar que vote», señalando los comicios del 12M en Cataluña como un capítulo más de su batalla contra el «fango» de la derecha y la extrema derecha.
«Cuando Feijóo se ve en el espejo ve a Abascal», insistió el presidente, acusando a sus respectivos partidos de «confundir víctimas con verdugos, democracia con dictadura», en alusión a las «leyes de concordia» aprobadas en la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León, ahora cuestionadas por relatores de Naciones Unidas. Nosotros vamos a defender la «dignidad de las víctimas», contrapuso Sánchez.
Como ya hizo hace dos días, el presidente explicó el mecanismo de lo que definió como la «máquina del fango», un circuito que empieza en «pseudo medios donde circulan bulos, que luego denuncian los portavoces de esos partidos, que luego recogen las tertulias de radio y tele de las mañanas y que, en última instancia, asociaciones ultraderechistas judicializan».
En este contexto, las elecciones del 12M son una disyuntiva entre «fango o votos», clamó Sánchez en un mitin en el que el candidato del PSC, Salvador Illa, llamó a sus potenciales votantes a no confiarse por el buen resultado que anticipan las encuestas.
«Cuando Feijóo se mira en el espejo ve a Abascal: comparten política, insultos y desinformación»