El Tesoro teme tener que emitir más deuda de la prevista por los gastos del Gobierno
Reconoce a la OCDE sus dudas respecto al nivel de financiación que le exigirá el Ejecutivo
Los más de 256.000 millones de euros que el Tesoro Público planea obtener de los inversores a lo largo de 2023 pueden quedarse cortos para sufragar los planes de gasto del Gobierno. Así lo reconoce el organismo encargado de gestionar las emisiones de deuda de España a la OCDE en el último informe de situación sobre la deuda soberana en los países desarrollados difundido ayer por el organismo multilateral.
El Tesoro señala los potenciales cambios en las necesidades de financiación del Gobierno como uno de los principales riesgos que le tocará gestionar este año, junto a la inflación, el endurecimiento de la política monetaria y los riesgos geopolíticos (guerra en Ucrania); y por delante del Covid, los cambios regulatorios o la materialización de riesgos garantizados por el Estado, como la aparición de potenciales fallidos en los préstamos ICO.
«Dado el contexto global actual, hay incertidumbre en relación a las necesidades del Gobierno central», reconoce el Tesoro a la OCDE. «Podrían aprobarse nuevos gastos para ayudas a hogares ante la crisis energética, lo que hace más difícil las estimaciones sobre las necesidades de liquidez».
El organismo dependiente de Economía reconoce que la situación ha exigido análisis para determinar las necesidades de financiación que el Tesoro tendrá que atender en el futuro, no sólo por la incertidumbre sobre las peticiones de crédito que le llegarán desde el Gobierno, sino por la utilización de los recursos del Plan de Recuperación, que, advierte, habrá que devolver en los próximos años; y por la incipiente reducción de la liquidez en los mercados secundarios, lo que augura un alza de las rentabilidades que se le exigen la deuda española, según avisa Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas de España.
Entre los factores de riesgo que el Tesoro entiende que pueden perjudicar a la evolución de los títulos de deuda española en 2023 se mencionan las próximas elecciones y la posibilidad de un cambio de Gobierno, algo que por el contrario no se reconoce como riesgo en países con una realidad política más turbulenta como Turquía, Brasil o Hungría. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos aclaran que ello no implica que el Tesoro entienda que haya un riesgo de mercado si se produce un cambio político, sino que históricamente los procesos electorales añaden tensión en los inversores en los mercados de deuda.
Riesgo de repetir lo de Truss
Las cifras que proporciona la OCDE sobre el endeudamiento de España no dibujan una situación peor a la del resto de países del euro. Es cierto que España (113,2% del PIB) arrastra una deuda pública más alta que Francia, Alemania o el Reino Unido, pero la evolución tanto de la prima de riesgo como de sus costes de financiación es similar.
El organismo cree que las economías desarrolladas están en una situación de sobreendeudamiento peligrosa, que debería llevar a los países a acelerar sus planes para rebajar deuda y déficit, para atenuar los riesgos de insostenibilidad. La OCDE advierte a los países de que el célebre caso del Reino Unido, donde el anuncio de un plan fiscal poco sustentado puso al país al borde del abismo y obligó a la premier británica, Liz Truss, a dimitir, es un aviso de lo rápido que puede variar el sentimiento de los inversores sobre un país si se da un paso en falso.
El Tesoro asegura a la OCDE que su estrategia ante esta incertidumbre se sostiene en la prudencia, en una previsión de emisiones lo suficientemente flexible como para adaptarse a cambios en la situación y en una ampliación de los colchones financieros de seguridad para responder ante un eventual incremento de las necesidades de financiación del Gobierno.
El Tesoro incluye la opción de un cambio de gobierno como uno de los factores que puede perjudicar a la deuda española en el futuro