El año electoral abre con la destrucción de 215.000 puestos de trabajo
▶España registra 20,08 millones de cotizantes en enero, y el paro se sitúa en los 2,9 millones tras aumentar en 70. 744 personas ▶El Gobierno elude desglosar el estado de los empleados fijos discontinuos
El mercado laboral amenaza con amargar el año electoral al Gobierno pese a que la creación de empleo se había erigido como el principal logro económico de la coalición que dirige el presidente Pedro Sánchez desde hace ya tres años. El mes enero supuso un anticipo de los ajustes que se prevén en los próximos meses por la desaceleración general de la actividad en España. El empleo se redujo en algo más de 215.000 trabajadores, mientras que las listas de paro sumaron a más de 70.700 nuevos parados.
La instantánea, aunque se parece mucho a la de años habituales previos a la pandemia, sí que arroja lo que parece ser el principio del fin del ciclo expansivo del empleo que inició tras los peores meses de la pandemia y que no había cesado hasta este momento. De hecho, en los meses transcurridos desde entonces, el Gobierno ha logrado el objetivo ansiado de situar la afiliación por encima de los 20 millones y el desempleo por debajo de la cota psicológica de los 3 millones.
Concretamente, en enero de 2023, la afiliación a la Seguridad Social se situó en los 20.081.224 cotizantes, mientras que las listas del paro sumaron un total de 2.908.397 desempleados –estos suponen 454.063 trabajadores más que hace un año y 214.681 parados menos–.
Con todo, el ajuste del mercado laboral supone un golpe a la línea de flotación del discurso económico del Gobierno, que se ha sustentado en los últimos meses –coincidiendo con los malos augurios para la coalición en las encuestas electorales– en ensalzar el desempeño del empleo, sin ir más lejos con los recientes actos celebrados en el Ministerio de Trabajo con motivo del primer aniversario de la reforma laboral.
Con todo, las cifras publicadas ayer por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social vienen a confirmar la fatiga del mercado de laboral del cierre del pasado ejercicio que arrojaba la reciente publicada Encuesta de Población Activa del cierre de 2022. Y más allá, viene a confirmar los augurios de que 2023 dejará menos cifras abultadas de creación de empleo.
«En febrero tanto la afiliación como el paro tienden a subir, ambos con relación al mes anterior. El empleo sumaría 20,15 millones de ocupados (+2,3% interanual) y el paro alcanzaría a 2,91 millones de personas», señala el directo de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, sobre las previsiones para el mes en curso.
CEIM: Más costes
En un comunicado emitido ayer, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) califica de «particularmente negativo» que solamente el 44,5% de los contratos indefinidos firmados en enero sean a tiempo completo, siendo fijos discontinuos o a tiempo parcial. «Así como que solo el 1,19% de los contratos de duración determinada sean formativos, descendiendo un 39% los contratos para la realización de prácticas», explican.
En este sentido, subrayan los empresarios madrileños que el Gobierno «está apostando, de nuevo, por subir los costes laborales sin prestar atención a las dificultades de productividad de los sectores, el impacto en la contratación pública de servicios, la reducción del espacio de la negociación colectiva en determinadas provincias y, además, cómo afectará este incremento al eslabón más débil del mercado laboral.
En este sentido, uno de los reflejos de la desaceleración en el empleo, más allá de las cifras generales,
está en la evolución de la firma de contratos. Concretamente, el número total de contratos registrados durante el mes de enero fue de 1.200.749, lo que supone un 24% menos que hace un año por estas fechas y es el segundo nivel más bajo desde agosto 2014 si no contamos los dos meses de confinamiento (marzo y abril de 2022). De esta cifra, 530.306 contratos de trabajo son de carácter indefinido y representan el 44,16% de todos los contratos.
El más de medio millón de contratos indefinidos del mes de enero se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 236.443 a tiempo completo (el 44% del total de los indefinidos), 119.895 a tiempo parcial (el 23% del total) y 173.968 fijos discontinuos, lo que supone el 33%. Respecto a enero de 2022, los primeros aumentan en 90.707 (62,24%), los segundos se incrementaron en 53.385 (80,27%) y los últimos suben en 147.542 (558,32%).
Pero obervando la distribución de las firmas se aprecia como la tendencia se mantiene y más de la mitad de los contratos indefinidos están impregnados por elementos de temporalidad al ser parciales o fijos discontinuos, que no alcanzan las 160 horas mensuales.
Lo que no aparece aún en los registros de contratación del Ministerio de Trabajo es el desglose del estado de los trabajadores con contrato fijo discontinuo. Más de dos millones de asalariados que podrían estar en situación de activación o de paro. Si bien la Seguridad Social saca de las listas de cotizantes a quienes pasan a estado de paro, estos no aparecen en las listas del desempleo por la propia naturaleza del contrato –que exige una reactivación si bien no una cadencia concreta– aunque si pueden solicitar la prestación por desempleo.
Tras la exigencia del PP en una proposición no de ley para incluir en la estadística oficial las cifras sobre el estado concreto de estos trabajadores, el Gobierno recogió el guante –previamente simplemente aseguró no tener las cifras– y afirmó que se ofrecerían datos sobre estos fijos discontinuos. De ese compromiso hace ya casi tres semanas.