Biden comienza a reabrir la frontera a los sin papeles
▶En sus primeros cuatro meses, han sido liberadas más de 61.000 personas que cruzaron de forma irregular
n los cuatro primeros meses de la presidencia de Joe Biden, y a falta de que este formule de manera definitiva sus prioridades en materia migratoria, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha permitido el ingreso en el país de 61.132 inmigrantes que han pedido asilo tras cruzar sin los permisos debidos o haberse entregado en la frontera. Estos datos oficiales hechos públicos esta semana demuestran que Biden está reabriendo la frontera y está desarmando paulatinamente el programa de la era de Donald Trump que obligaba a los refugiados centroamericanos a esperar una decisión judicial en México.
En comparación, y según las mismas fuentes oficiales, el último trimestre de 2020 entraron en EE.UU. apenas 47 emigrantes que habían cruzado irregularmente o habían pedido asilo. Esa cifra subió a 1.317 solo en enero, a 8.789 en febrero y se disparó a poco más de 26.200 tanto en marzo como en abril, el último mes del que hay cifras. Los peticionarios de asilo que quedan libres en EE.UU. lo hacen pendientes de una citación judicial para escuchar el veredicto de su caso o con una orden de acudir a una oficina de la agencia policial del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
Al llegar a la presidencia, Biden se encontró una frontera con México sellada,
Econ dos órdenes específicas de cierre y expulsión: por un lado por el programa de retorno de centroamericanos a México o Mpp (Programa de protección de inmigrantes, por sus siglas en inglés) y por otro, por los decretos presidenciales dictados por Trump para sortear la pandemia. Ya en el Despacho Oval, el nuevo presidente implementó una reapertura paulatina: primero dejó de deportar a una gran parte de los menores de edad que habían cruzado solos y después comenzó a dar cita a los peticionarios de asilo adultos que habían sido ya deportados, con prioridad a las familias con niños.
El efecto llamada
Estas noticias crearon un efecto llamada —que la Casa Blanca niega— y sólo en abril fueron detenidos 178.000 inmigrantes tras haber cruzado sin los papeles en regla, 13.000 de ellos menores solos. A día de hoy hay 19.000 menores bajo custodia del Gobierno federal estadounidense. El resto ha sido recolocado con familiares o tutores temporales, o en centros de acogida, o ha sido deportado.
El programa Mpp de espera en México lleva en pie desde 2019, y entre aquel año y 2020 le permitió a Trump deportar a 65.000 personas. De los más de 61.000 sin papeles que han entrado en EE.UU. desde enero, 10.700 se habían registrado en ese programa, en el que participa Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados. Según una estimación del Proyecto de Inmigración del Centro de Intercambio de Acceso a Registros Transaccionales de la Universidad de Syracusa, que reúne información sobre la justicia federal en EE.UU., quedan unos 18.000 en México a la espera de cita para cruzar la frontera ya como asilados. El resto ha vuelto a sus países, dada la grave inseguridad en la parte mexicana de la frontera, adonde suelen ser deportados. Muchos de ellos son víctimas de trata de blancas, extorsión y secuestros.
La prioridad en entrada la han tenido, por este orden, venezolanos (más del 50% de peticionarios de esa nacionalidad ya ha sido admitido en EE.UU.), cubanos, salvadoreños, hon