LA CASA BLANCA NO PRESIONA A NETANYAHU El ala izquierdista demócrata critica la ambigüedad de Biden
Algo se mueve en el apoyo de los demócratas de EE.UU. a Israel y está forzando a la Administración Biden ha reformular sus posturas sobre el gran aliado estadounidense en Oriente Próximo en relación al conflicto que vive con Palestina.
La ortodoxia del partido demócrata impone que EE.UU. sea un soporte «inquebrantable» de Israel –por usar la terminología que eligió Joe Biden– en este tipo de situaciones. Así lo ha sido en anteriores ocasiones y así lo ha mantenido la Administración Biden en un principio.
Movimientos
En los últimos días, sin embargo, ha comenzado a matizar sus posiciones.
Frente a la defensa inicial del derecho de Israel a la autodefensa ante ataques terroristas de Hamás y otros grupos y llamamientos generales a la protección de la población civil de ambos bandos, el Gobierno de Joe Biden ha empezado a incluir otras alusiones: el secretario de Estado, Antony Blinken, habló la semana pasada de la «carga adicional» que soporta Israel para proteger a civiles inocentes; ese lunes, Biden animó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a hacer «todos los esfuerzos» para evitar esas muertes y, sobre todo, le expresó su apoyo a un alto el fuego.
Después de una semana de violencia, era la primera vez que el presidente de EE.UU. presionaba –sin llegar a exigir– a su homólogo israelí el fin de las hostilidades.
La evolución en la posición de la Administración Biden tiene que ver con el corrimiento de tierras en su propia casa respecto al conflicto Israel/Palestina. Por supuesto, el sector izquierdista del partido, representado por la diputada Alexandria Ocasio-Cortez, ha sido muy combativo a favor de los palestinos y ha calificado a Israel de
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