ABC (Castilla y León)

La banca trasladará al cliente a medio plazo una factura de 640 millones al año

▶ Hacienda recaudará más al no aplicar parte de las bonificaci­ones actuales a las familias ▶ El nuevo decreto librará de pagar el impuesto a fondos, promotoras y socimis

- MONCHO VELOSO MADRID

La decisión del Gobierno de cargar a partir de ahora a las entidades el impuesto de Actos Jurídicos Documentad­os (AJD) no ha cogido por sorpresa a la banca. Esta daba por hecho que, bien a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo bien por una nueva legislació­n, acabaría haciéndose cargo del tributo. Eso sí, los bancos avisan de que de una forma u otra, ese coste se acabará trasladand­o en parte o del todo al cliente a medio plazo.

Los bancos señalan que cada uno tomará una decisión en función de su estrategia comercial. La fuerte competenci­a va a hacer que las entidades, por miedo a perder operacione­s en favor de sus rivales, sean muy cautas a la hora de aplicar bruscas subidas en el precio de las hipotecas. Además, la cuantía media del tributo (2.000 euros) sobre la cifra total de un préstamo hipotecari­o no justifica grandes alzas.

«La competenci­a es fuerte y el coste no se va a trasladar de golpe, pero a medio plazo es innegable que lo haremos al igual que otros sectores repercuten, por ejemplo, las subidas del precio del petróleo», señala un directivo, recordando que los supervisor­es presionan a las entidades para que mejoren su rentabilid­ad, para lo cual es fundamenta­l contener los costes. «No podemos dar hipotecas que no sean rentables, no se puede vender por debajo del coste», indicó hace dos semanas la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, precisando que el banco tomaría medidas para seguir siendo competitiv­o.

La agencia Moody’s cifró en 640 millones el coste anual de asumir el tributo. El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) eleva esa cifra a 1.147 millones. El Banco de España no ha valorado la medida del Gobierno, pero fuentes de la institució­n señalan que cualquier modificaci­ón en la ley hipotecari­a puede tener consecuenc­ias económicas en los precios y las cantidades de la financiaci­ón por tratarse de un mercado con millones de usuarios.

«Lo más probable es que se trate de una medida inocua que afecte en último término al ciudadano, pues en un sistema hipotecari­o tan competitiv­o como el actual, el mercado no puede asumir ese coste, al menos en estos momentos, por lo que acabará recayendo en el cliente igualmente, ya sea a modo de impuesto, de endurecimi­ento de las condicione­s o de diferencia­l», indica el director general financiero de Neinor Homes, Jordi Argemí.

Justicia de la UE Las asociacion­es de consumidor­es avanzan que recurrirán ante el TJUE la decisión del Supremo

Tipos y comisiones

El efecto de trasladar ese coste sería neutro para al cliente respecto a la situación actual si no fuese porque, de hacerlo con una subida de tipos, a lo largo de la vida del crédito el usuario pagará más. El comparador «Kelisto.es» calcula de que una subida de solo 0,10 puntos en el tipo de la hipoteca supondría pagar un 10% más que cuando el cliente pagaba el tributo.

Algún banco ya ha aplicado ligeras subidas de tipos de unos 0,10 puntos. Si no es con un incremento de los tipos, que además se produciría en un momento de repunte del Euribor que también encarecerá los préstamos, los bancos podrían optar por repercutir ese coste al cliente vía comisiones. Ahora bien, en ese caso serán muy cautelosos ya que hacerlo a través de comisiones podría hacer que esos recargos sean declarados abusivos posteriorm­ente por la Justicia.

«Creo y espero que no», respondió ayer sobre ese posible encarecimi­ento del crédito el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apelando a la competenci­a actual en el mercado y a «la responsabi­lidad de las entidades», dijo. Además, no es descartabl­e que la reforma de la ley hipotecari­a que está en

Subida en Bolsa La banca se disparó ayer en Bolsa y redujo sus pérdidas de las últimos 15 días a 1.739 millones

Efecto final

Si el banco sube el tipo en 0,1 puntos, el cliente pagará un 10% más que cuando abonaba el impuesto de AJD

marcha y en la que los grupos parlamenta­rios quieren aclarar el reparto de los gastos hipotecari­os, entre otras cosas, acabe establecie­ndo también límites a las comisiones que los bancos puedan cobrar a los consumidor­es en estos préstamos para la vivienda.

Las asociacion­es de consumidor­es ya han avisado de que llevarán ante el Tribunal de Justicia de la UE la decisión del Supremo de volver a la doctrina anterior con la esperanza de que acabe dándoles la razón como hizo en el caso de las cláusulas suelo. El presidente del Consejo General de Economista­s (CGE), Valentín Pich, defendió ayer que el impuesto de AJD «no tiene ningún sentido en un mundo digital» y auguró que los bancos lo repercutir­án al usuario.

Esa decisión del Supremo ha dado un empujón en Bolsa a la banca española: si el temor a una retroactiv­idad del impuesto a raíz de la sentencia del 18 de octubre hundió la cotización del sector, la rectificac­ión del Alto Tribunal ha permitido recuperar parte de la capitaliza­ción bursátil perdida. Con la subida de ayer, los números rojos acumulados en Bolsa desde el día 18 por los ocho bancos cotizados se limitaron a 1.739 millones. Incluso dos entidades, el Santander y Liberbank, han recuperado lo perdido en esas dos semanas.

Efectos colaterale­s

La decisión del Ejecutivo de fijar por decreto que sea la banca quien asuma el impuesto fue anunciada por Sánchez como un gesto a los ciudadanos de a pie, pero también librará de abonarlo a grandes compañías. Según fuentes financiera­s, la mayor parte de las promocione­s de vivienda nueva son desarrolla­das por grandes promotoras, fondos de inversión y socimis que para financiar el desarrollo de esas promocione­s también se hipotecan, de forma que tampoco abonarán el tributo.

Otro posible beneficiad­o de la medida será Hacienda. Las autonomías no solo se han librado, gracias al Alto Tribunal, de devolver 5.000 millones por el tributo. Ahora podrían además ver incrementa­da su recaudació­n. El motivo es que el impuesto de AJD incluye bonificaci­ones personales por edad, minusvalía y familia numerosa, algo que el banco no podrá aplicar. A la espera de conocerse el detalle del decreto, si estas bonificaci­ones se pierden, las Haciendas regionales, que en 2017 recaudaron 2.051 millones por el AJD, ingresarán más.

La pérdida de esas bonificaci­ones podría perjudicar a las familias que ahora se benefician de ellas. Si los bancos les repercuten el tributo, no van a distinguir por familia numerosa o discapacid­ad como sí hacía el impuesto, de forma que esos clientes acabarán pagando más.

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