El PSOE retira en Palma las calles a tres almirantes del siglo XIX por «franquistas»
El alcalde borra del callejero el Castillo de Olite y Toledo y los asocia con el régimen
También se puede ser franquista antes de Franco. Para el Ayuntamiento de Palma, héroes que participaron en la batalla de Trafalgar (1805) como los almirantes Churruca y Gravina, no merecen una calle en la ciudad por su conexión con la dictadura de Francisco Franco. El alcalde socialista José Hila acaba de cambiar los nombres de estas dos calles y otras diez, entre las que destacan la del almirante Cervera, que combatió en la Guerra de Cuba (1898), o la de Toledo por «su origen franquista».
El consistorio basa su decisión en un censo de simbología franquista hecho por la secretaría autonómica de Memoria Democrática y Bon Govern. Según este documento, las calles de los almirantes no recuerdan a los militares sino a los barcos de la armada franquista que tenían ese nombre, al igual que el pasaje Castillo de Olite, ajeno según el ayuntamiento a la famosa fortificación navarra. En el caso de la calle Toledo, el argumento es que se propuso en recuerdo de una batalla de la Guerra Civil▶ «Es un nombre franquista puesto para ensalzar la gesta del Alcázar de Toledo, durante la guerra de 1936».
Otro de los cambios más llamativos afecta a la emblemática avenida Joan March, una de las principales arterias de la ciudad donde se sitúa la sede central de la banca fundada por el magnate mallorquín. A partir de la próxima semana se denominará Avenida Gran i General Consell, en recuerdo del máximo órgano político administrativo del Reino de Mallorca fundado en 1249.
Los cambios afectan a un total de 12 calles, que ahora tendrán nombres de cartógrafos medievales, músicos, poetas o políticas de la II República, como la anarquista Federica Montseny, primera ministra en España. «Los criterios adoptados para otorgar los nuevos nombres han sido la coherencia toponímica, recuperar la historia y los topónimos tradicionales y reivindicar el papel de las mujeres en la historia». No obstante, de las 12 calles afectadas sólo tres tendrán nombre de mujer▶ Francisca Vidal, Aina Moll y la citada Montseny. La sustitución de placas ha empezado este mismo lunes y estará lista en una semana.
Con esta medida, el ayuntamiento tiene el objetivo de avanzar en democracia e igualdad, así como cumplir con la Ley de Memoria Democrática de 2018 y la «obligación moral» de eliminar estos símbolos de los espacios urbanos de Palma. «Todos los que estamos aquí presentes nunca pactaríamos con fascistas. Por eso seguimos cambiando nombres de calles, abriendo fosas e identificando los cuerpos para poder devolverlos a sus familias», asegura el alcalde José Hila.
Gran polémica
Esta decisión ha suscitado una gran polémica. «Aunque algunas calles se hicieron en honor al barco, hoy para la gente hacen más referencia a las personas que al barco», considera en declaraciones a ABC el historiador Miquel Deyà, que recuerda que este tema se cerró en la época del alcalde socialista Ramon Aguiló y con la también socialista Aina Calvo. Cabe recordar que los expertos de la Comisión Técnica de
Memoria y Reconocimiento Democrático ya argumentaron algo similar en 2019, cuando planteó que los nombres de Vía Roma y las Avenidas Portugal y Alemania habían perdido la connotación fascista que les dio origen.
Según Deyá, «son ganas de no cerrar un episodio político de la Guerra Civil que se cerró en la Transición por ambos bandos y que ahora tendrían que estudiar los historiadores». También se pregunta si «hemos de extraer del
La excusa
El ayuntamiento dice que los nombres se refieren a barcos franquistas y a batallas de la Guerra Civil
callejero episodios históricos asumidos durante décadas por la ciudadanía balear». «Hay alguien que necesita seguir con problemas que no son primordiales», ha lamentado.
La polémica también ha saltado a las redes. Mientras el ayuntamiento respondía con su argumentario a los ciudadanos, el escritor Arturo Pérez Reverte mandó un recado al alcalde vía Twitter▶ «Churruca, Gravina (Trafalgar), Cervera (Santiago de Cuba). Díganle algo a este idiota, si les apetece. Para eso está Twitter, para comunicarnos».
Los cambios de nombre afectarán a numerosos comercios, que tendrán que hacer modificaciones en sus documentos. El ayuntamiento dará ayudas de hasta 40.000 euros para que puedan realizar los trámites con normalidad.