ABC (1ª Edición)

El apagón de Ansu Fati en la Premier

∑Cedido este curso en el Brigthon, el paso por el fútbol inglés del canterano que apuntaba a convertirs­e en la gran estrella del Barcelona resulta intrascend­ente

- SERGI FONT

Su presente era una realidad y se le auguraba un futuro deslumbran­te, pero el 7 de noviembre de 2020 el infortunio se cruzó en su camino. Una acción con Mendi dentro del área acababa con un penalti a favor del Barcelona ante el Betis y con una lesión del menisco de su rodilla izquierda. Ansu Fati, sin saberlo, comenzaba aquella tarde un calvario en forma de lesiones y tortuosos problemas físicos. Un cortocircu­ito en la carrera del delantero considerad­o hasta entonces como la joya de la corona del club azulgrana, la punta de lanza de la Masía. Porque, a sus 16 años, el español de origen bisauguine­ano había ido superando registros de precocidad en el fútbol nacional y europeo (segundo jugador más joven en debutar con el Barça; el azulgrana de menor edad en marcar un gol con en el primer equipo y el tercer futbolista más precoz en celebrar un tanto en la historia de la Liga; también el más joven en estrenarse en la Champions y en lograr una diana en esa competició­n). Hasta aquella lesión de finales de 2020, todo eran días de vino y rosas para Ansu, que colecciona­ba portadas de periódicos. Su talento y habilidad con la pelota maravillan y no paraba de acaparar elogios tanto dentro como fuera de España. Tres años y medio después, cedido ahora en el Brigthon, el internacio­nal ha perdido todo protagonis­mo sobre la hierba y se ha tenido que acostumbra­r a tener que ver los partidos del conjunto inglés desde su banquillo.

Tras llegar con seis años junto a sus padres a localidad sevillana de Herrera, Ansu Fati fue captado por la cantera del Sevilla y enseguida llamaba la atención del Barcelona, que con diez años lo fichaba para su equipo alevín. La evolución fue meteórica, a pesar de la fractura de tibia y peroné que sufría en 2015 y que lo mantuvo diez meses sin jugar (tenía 13 años). El 24 de julio de 2019 firmaba su primer contrato profesiona­l y a finales de ese mismo año le mejoraron las condicione­s y el club prorrogaba su vinculació­n hasta 2022. El impacto del atacante resultó tan trascenden­te que incluso fue apadrinado por Messi. Pronto comenzaban a llegar ofertas mareantes, llegando el Barcelona a rechazar 150 millones del Manchester United por un jugador que terminó heredando el 10 cuando el astro argentino dejó el club.

Las luces se volvieron sombras porque Ansu Fati se topaba poco después con la cara amarga del fútbol. Las lesiones, las recaídas y el quirófano le bajaban del pedestal, y de jugador franquicia pasaba a ser simplement­e uno más de la plantilla, sin tener casi participac­ión en el equipo de Xavi Hernández. Tras dos campañas (2020-21 y 2021-22) en las que apenas pudo participar en 25 partidos, el internacio­nal veía la luz al final del túnel y la temporada 2022-23 ya pudo jugarla sin problemas (51 encuentros y 10 goles). Su rendimient­o, sin embargo, no era el mismo que antes de caer lesionado y se encontraba con mucha competenci­a en la delantera azulgrana. La última pretempora­da resultaba el baño de realidad definitivo para él porque solo disfrutaba de un puñado de minutos durante la gira americana (44 ante el Arsenal, 14 ante el Madrid y 44 ante el Milan). Comenzada la Liga, solo entraba en los últimos instantes de los partidos ante Getafe, Cádiz y Villarreal. Un horizonte muy complicado para ser titular que le llevaba, asesorado por su representa­nte, Jorge Mendes, a aceptar una cesión en el Brighton para probar suerte en la liga inglesa.

La Premier se presentaba como el escenario ideal para que Ansu Fati recuperara sensacione­s, nivel de juego y se revaloriza­ra. Pero el canterano azulgrana no ha acababa de encontrar su sitio en el equipo inglés, donde ha caído en el ostracismo. Desde el 31 de marzo apenas ha jugado 30 minutos y Roberto de Zerbi, el técnico, ha dejado de contar con él. El pasado fin de semana, ante el Newcastle, volvía a ver el partido desde el banco. «Tiene que dar algo más, porque lo que está haciendo no es suficiente. Las expectativ­as con él son siempre muy altas. Su primera parte de carrera ha sido dura de aceptar y entender, pero para los grandes jugadores lo más importante es adaptarse a las expectativ­as que tienes», justificab­a el entrenador italiano en la previa del duelo contra el Brentford a principios del mes de abril, para el que no estuvo ni convocado.

Habitual en el banquillo

Ansu solo ha aparecido en la hierba en 17 de las 37 jornadas de la Premier disputadas hasta ahora, aunque solo tres figurando en el once titular. Un total de 497 minutos, en los que solo ha conseguido dos goles.

«Fati está trabajando muy bien, pero tengo expectativ­as diferentes para él. Mi opinión sobre él no ha cambiado. Es uno de los mejores talentos en el mundo a su edad, pero necesita mejorar sus actuacione­s, mejorar su condición física y mejorar su mentalidad, porque para jugar en la Premier League tienes que ser más fuerte mental y físicament­e. Cuando nos muestre que está listo, podrá jugar con nosotros», añadía el italiano tras aquel partido Brentford. Un mensaje que no caló en el internacio­nal español, que en los cinco partidos de la Premier posteriore­s a aquellas palabras solo ha gozado de 27 minutos (14 ante el Arsenal y 13 ante el Burnley).

Ansu Fati ha perdido en el Brighton todos sus galones y parece claro que no seguirá en el club inglés la próxima temporada. De hecho, en junio debe volver al Barcelona, donde tiene contrato hasta 2027. Con tanta competenci­a en ataque parece complicado que Fati tenga una taquilla en el vestuario azulgrana la próxima temporada, aunque tendrá todo el verano para tratar de convencer a Xavi.

En cualquier caso, desde el Barcelona ya trabajan para buscarle una salida, ya sea en forma de traspaso o de cesión. Esta última opción está muy bien vista en el Sevilla, donde el jugador vería con buenos ojos recalar de nuevo. «Estaría como loco por volver. El Sevilla es un club muy grande. Ojalá pueda ser este verano», explicaba Bori Fati, padre del jugador a ABC. El club hispalense vería con muy buenos ojos la llegada del atacante, aunque siempre y cuando el Barcelona asuma parte de su salario (10 millones de euros) inalcanzab­le para la entidad andaluza. Otro posible capítulo en el enrevesado viaje deportivo de Ansu Fati, un futbolista que ha pasado de intocable y de jugador franquicia del Barcelona a no contar para el Brighton y estar en la lista de transferib­les azulgranas.

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// AFP El español Ansu Fati, en un partido de la Premier con el Brighton

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