ABC (1ª Edición)

Sarabia rompe la peor racha de la selección con los penaltis

Sumaba un año y cinco lanzamient­os desperdici­ados desde que Sergio Ramos fallara dos ante Suiza

- JAVIER ASPRÓN

No será el de Atenas un duelo a recordar en los libros de historia de la selección, más allá de su importanci­a para acercar una clasificac­ión mundialist­a que se había puesto peliaguda. Sirvió, eso sí, para romper una racha impropia de España, que llevaba un año entero peleada con los penaltis y que resolvió de esa manera un partido abonado al bostezo.

Fue Sergio Ramos, con sus dos penaltis errados ante Suiza en noviembre del año pasado, quien inició una pésima racha que no se había vivido jamás en el seno del equipo nacional. A los dos fallos del central andaluz le siguieron el de Abel Ruiz en el amistoso ante Lituania previo a la Eurocopa y los marrados por Gerard y Morata en la fase de grupos de la Eurocopa. En total, cinco penas máximas tiradas a la basura de forma consecutiv­a.

Al margen de esos, se pueden contabiliz­ar otros cuatro fallos más en las tandas ante Suiza e Italia. Los errores de Busquets y Rodri en cuartos dieron para clasificar­se, pero no los de Olmo y Morata en la semifinal ante la después campeona. En total, sumando unos y otros, nueve fallos de quince lanzamient­os posibles.

Así que cuando el árbitro pitó la pena máxima a favor de España en el Spiros Louis hubo quien no las tuvo todas consigo, y con razón. Había varias opciones para lanzar, pero en el equipo tenían claro esta vez que la pelota debía quedársela Pablo Sarabia, quien sin ser un especialis­ta aún tiene el honor de no tener tacha en sus lanzamient­os en partidos oficiales. Sin apenas carrerilla y con los brazos en jarra, Sarabia supo ajustar el balón con tranquilid­ad a la izquierda de Vlachodimo­s, engañando por completo al portero heleno. Después, ya sin tensión, el madrileño lo celebró con su habitual saludo militar.

Entre las múltiples opciones de las que dispone Luis Enrique en el ataque, más allá de que las bajas condicione­s sus convocator­ias una y otra vez, siempre encuentra hueco Sarabia. Ocurre así desde la Eurocopa, donde se convirtió en la mayor sorpresa de la lista. Nunca hasta entonces había acudido a la selección con el técnico asturiano, aunque sí lo hizo con Robert Moreno en el paréntesis del catalán entre la primera y la segunda etapa del actual selecciona­dor. Una vez en el torneo continenta­l parecía destinado a un papel secundario, pero bastaron unos pocos entrenamie­ntos para que cambiase la percepción de Luis Enrique. Suplente con minutos en los dos primeros partidos, alcanzó la titularida­d en el tercer choque ante Eslovaquia. Después solo se perdió la semifinal ante Italia.

En busca de minutos

A la vuelta de las vacaciones Sarabia ha seguido siendo una de las primeras elecciones de Luis Enrique, que le ha dado minutos en todos los encuentros tras el verano. Nunca se cuenta con él, siempre parece haber alguien por delante, pero a la hora de la verdad acaba siendo uno de los elegidos del selecciona­dor. Ante Grecia actuó por la derecha, pero también se le ha visto por el costado contrario e incluso de falso nueve.

Sarabia abandonó el PSG el pasado verano aterrado ante la posibilida­d de quedarse sin minutos de juego, opacado entre la interminab­le lista de estrellas del club francés. Su destino resultó hasta exótico. Hoy es un jugador importante en el Sporting de Lisboa, con el que suma minutos y goles tanto en la liga portuguesa como en la Champions. Con su gol en Atenas ya acumula cinco en 15 partidos internacio­nales, lo que le convierte en el cuarto máximo goleador de España en la era de Luis Enrique.

El jugador del Sporting de Lisboa, de nuevo titular en la derecha del ataque, es ya el cuarto máximo goleador en la era de Luis Enrique

 ?? // AFP ?? Sarabia, en un lance del duelo
// AFP Sarabia, en un lance del duelo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain