«A llorar a los Paúles, camionero»
Raquel Sánchez Ministra de Transportes
El Ministerio de Transportes se quita de en medio en el conflicto de los transportistas, a punto de ir a la huelga. Su ruina no es asunto suyo, dice. Pilatos triunfa en La Moncloa
«Las negociaciones entre cargadores y transportistas exceden el ámbito de mi Ministerio y se enmarcan en las relaciones privadas». Como quien con el dorso de la mano se sacude una mota de polvo del hombro o una mosca pelmazo que revolotea sobre la mesa, la ministra de Transportes sostiene que los transportistas, y su huelga de tres días, no son de su incumbencia. ¿Pero cómo demonios las reivindicaciones de los transportistas van a incumbir a la ministra de Transportes? No hombre no, eso son relaciones privadas de toda la vida. A otro perro con ese hueso que no cuela, camionero. Cómo se le ocurre al sector denunciar el «abandono por parte del Gobierno» cuando el 96 por ciento de las mercancías que se mueven por España lo hacen por carretera. Y cómo va a ser un sector estratégico que requiera la intervención del Ejecutivo, como sostienen, si para el sanchismo «estratégica» es una empresa como Plus Ultra, que opera el 0,03 por ciento de los vuelos en España. A llorar a los Paúles, ha venido a decirles Sánchez a los transportistas, aquellos que hace no tanto se jugaron el pellejo en la pandemia y a los que ahora su Ministerio de Transportes les paga dejándoles con su queja a la intemperie y con un ruinoso futuro ante una subida meteórica del combustible y la muy ecológica ‘euroviñeta’ que supone otro sartenazo en cada peaje. Ahí se las apañe usted, camionero.