Secun de la Rosa «No le tengo miedo al fracaso»
El actor debuta como director con ‘El Cover’, una carta de amor «a los héroes anónimos» de la música en Benidorm
Fue figurante de Almodóvar y también el emperador Nerón, eclipsó al icónico Mauri de ‘Aída’ y se atrevió a pensar que Fellini era «el señor que hacía cine con mucha gente». Secun de la Rosa, habitual de Álex de la Iglesia y curtido en el teatro, ha hecho de todo, pero no olvida dónde empezó, los sinsabores de la industria, lo duro que, en el fondo, es su trabajo.
Por eso, para su debut como director en el cine rinde homenaje a «los artistas de guerrilla, a la gente que se busca la vida, la cara B del éxito». «Quería hablar de los héroes anónimos, de la gente que lucha por su vocación. La música englobaba todo eso», explica sobre ‘El Cover’, una carta de amor, ambientada en Benidorm, a los artistas de tablaos y orquestas a los que la pandemia cortó las alas.
De la Rosa, que vio cómo el coronavirus frenaba el rodaje de su debut y le mandaba, «muy grave», al hospital, no le pierde la cara a la vida pese a los baches, se mantiene en tierra firme y no permite dejarse llevar por la fama. Tampoco le tiene «miedo al fracaso», porque sabe que su profesión tiene tanto de talento como de suerte, «que hay unos cuantos que son muy conocidos y luego el resto… es luchar, sobrevivir». Sí teme, sin embargo, «a la marea de incomprensión, de lo políticamente correcto, al menosprecio, o desprecio, al arte y a la cultura».
Para escapar de esa caterva, convirtió Benidorm en un oasis y a ‘El Cover’, en un refugio donde la extremeña Carolina Yuste podía ser Amy Winehouse y Marina Salas, disfrazada de Adéle, era capaz de que Àlex Monner imaginase que las cosas salían bien en vez de mal. «Debería tener un poquito más de miedo, soy muy kamikaze. Todavía mantengo la cabezonería, la ilusión, la inocencia de cuando eres más joven», cuenta a ABC.
Por eso ‘El Cover’ rebosa magia, a pesar de que, por culpa de un virus, algunas cosas se quedaran a medias y no salieran como esperaba. El director, que es de los que todavía opina que es mejor intentarlo y equivocarse que hacerse a un lado, le ha dado a la cinta el único toque que necesitaba para hacerla especial: el corazón. «Es algo tan puro que por muchas dificultades... ha quedado tan de esencia y de verdad que no se ha podido con eso».
El coronavirus frenó el rodaje y le mandó, «muy grave», al hospital, pero el debut de De la Rosa apenas se resiente