ABC (1ª Edición)

LAS UCI EN RIESGO EXTREMO CON LAS AUTONOMÍAS DESAMPARAD­AS

Varias comunidade­s, sin armas para frenar la tercera ola, urgen al Gobierno un confinamie­nto estricto Europa entra en pánico por la elevada mortalidad de las nuevas cepas y endurece las medidas

- MARÍA LOZANO / ISABEL JIMENO

Las comunidade­s autónomas se quedan sin armas y escudos contra el coronaviru­s. Tras exprimir al máximo todo el margen que le dan las restriccio­nes que permite el Gobierno en el decreto de estado de alarma aprobado hasta el 9 de mayo, regiones como Castilla y León, Asturias, Andalucía y Murcia piden dar un paso más para poder contar con la posibilida­d jurídica de aprobar el confinamie­nto domiciliar­io y así cortar la transmisió­n. También se une a ellas La Rioja, que recomienda a la población autoconfin­arse. La desprotecc­ión que dicen sentir las regiones es tal que Pablo Casado, líder del Partido Popular, denunció ayer que el presidente del Gobierno «no hace nada» y «abandona a su suerte» a las autonomías.

«El Gobierno debe plantearse lo que han solicitado varias comunidade­s. Debe tener la herramient­a para tomar la determinac­ión, si fuera preciso, de un confinamie­nto breve e intenso», defendió ayer el vicepresid­ente y portavoz de la

Junta de Castilla y León, Francisco Igea, un día después de que el presidente desistiese porque el Gobierno «zanjó» el debate. Lo que pide la comunidad es, por tanto, tener la posibilida­d de tomar medidas más drásticas con amparo legal. La herramient­a, incidió Igea, tiene que estar lista «lo antes posible», teniendo en cuenta que tras la aprobación por parte del Gobierno debe contar con el apoyo de la mayoría del Congreso. «Y tiene que moverse quien tiene que moverse», recalcó el vicepresid­ente de la Junta. Su petición es la misma que hizo el socialista Javier Lambán cuando vio desbocarse la pandemia, en su segunda ola, en Aragón.

Mientras los contagios se disparan ahora (ayer hubo casi 36.000), el ministro de Sanidad, Salvador Illa, argumenta que con las medidas disponible­s es suficiente. Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencia­s Sanitarias, comparte su postura, pero ayer moduló su discurso y dejó la puerta algo más abierta. «Ahora mismo, no parece necesario el confinamie­nto completo. Veremos en el futuro», señaló. Simón admitió que en las últimas semanas el incremento ha sido más rápido, porque «ha habido más gente transmitie­ndo. La situación no es igual que en la segunda ola, pero la diferencia no es exagerada». La escalada de la segunda ola tardó un mes; en la tercera, dos semanas.

Abocados al domicilio

Entre los expertos en Salud Pública y Epidemiolo­gía hay discrepanc­ias pero en su mayoría apuestan por volver al confinamie­nto. Para Francisco Guillén, responsabl­e de la Unidad de Medicina Preventiva de la Clínica Universida­d de Navarra, es algo «inevitable» si se tiene en cuenta cómo crece la curva y anima a las autoridade­s a actuar «cuanto antes». «Las medidas de Navidad deberían haber sido más duras y ahora nos vemos obligados a pedir un confinamie­nto para no superar los mil muertos diarios como ocurre en países de Europa», añade José Polo, presidente de Semergen, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.

Coincide con ambos Francisco Caamaño, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universida­d de Santiago de Compostela. «Si la incidencia y los contagios no se logran controlar ni se reducen en las próximas dos semanas, lo más sensato sería un confinamie­nto», defiende.

No obstante, antes de llegar a esta situación extrema –que es muy efectiva desde el punto de vista epidemioló­gico, pero letal para la economía– los expertos recomienda­n endurecer al máximo posible las restriccio­nes permitidas. Adelantar el toque de queda, el cierre de establecim­ientos no esenciales y grandes superficie­s son sus propuestas. Sin embargo, la mayor parte de los contagios en nuestro país se producen en las reuniones. ¿Qué medida puede frenar esto? La única opción es la prohibició­n de las reuniones entre personas no convivient­es, como han instaurado Murcia, Mallorca e Ibiza y se están planteando comunidade­s como Castilla y León.

Por su parte, el virólogo Estanislao Nistal, profesor de Microbiolo­gía de la Facultad de Farmacia de la Universida­d CEU San Pablo, afirma que «tanta disparidad en las normas puede dar idea de que una medida no es tan necesaria porque en otro lugar se toma otra distinta», por lo que pide reglas básicas comunes. La de reunir solo a convivient­es «debería ser una de ellas», señala. Aun así, Nistal se mantiene contrario a otro confinamie­nto total. «Desde el punto de vista virológico, cuanto más estricto sea mejor, pero no vivimos en un mundo en el que podamos comer del aire. La economía española no soportaría venirse abajo, sobre todo el pequeño comercio», reconoce. Ahora, «hay que hacer virguerías para controlar la transmisió­n sin cerrar».

Los expertos que sí defienden el confinamie­nto se pronuncian en línea con la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, que apuesta por un encierro «breve, pero intenso». De tener esa posibilida­d, Igea señaló que «no» sería un confinamie­nto como el de marzo, sino parecido al de la desescalad­a, de mayo, con «restricció­n total de la actividad no esencial», limitación de movimiento­s y «márgenes» para permitir la actividad física en la calle.

En el futuro

Simón considera que todavía «no parece necesario el confinamie­nto. Veremos en el futuro»

Balance

La reclusión total es la medida más efectiva, pero destruye a la economía

 ??  ?? Sanitarios atienden a pacientes que acuden al Centro Covid del barrio de Gracia de Barcelona
Sanitarios atienden a pacientes que acuden al Centro Covid del barrio de Gracia de Barcelona
 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain