Muere en un forcejeo un guardia civil por un tiro de su propia arma
El homicida acababa de robar 5.000 euros en un bar cercano con un arma de gran calibre
José Manuel Arcos Sánchez perdió la vida ayer en un heroico acto de servicio. Falleció a causa de un disparo de su propia arma reglamentaria, accionada durante un forcejeo cuerpo a cuerpo por el delincuente a la fuga al que persiguió hasta la muerte en el municipio granadino de Huétor Vega. El autor del balazo letal pudo ser detenido horas más tarde a pocos metros del lugar del suceso por compañeros de este guardia civil de 49 años que deja viuda a su mujer y huérfanos a sus dos hijos.
La cronología de los hechos arranca pasadas las cuatro de la madrugada del lunes. Sobre esa hora, la Guardia Civil da el alto a un vehículo sospechoso que circula a gran velocidad. El que minutos después sería el homicida se bajó de la furgoneta que conducía y mantuvo una breve charla. De pronto, el delincuente echó a correr y se escondió en un parque de Huétor Vega, donde se desarrolló el suceso.
El guardia civil le persiguió hasta dar con él y se produjo un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, en el que el delincuente consiguió dirigir la mano del guardia civil contra sí mismo y que el arma se disparara a bocajarro en una zona entre la ingle y el abdomen, lo que le provocó una herida grave de la que no pudo recuperarse.
El autor del disparo aprovechó esos instantes de confusión para huir mientras la compañera de patrulla del guardia civil herido, que usó su arma sin éxito contra el delincuente a la fuga, trataba de evitar que se desangrara. José Manuel Arcos fue rápidamente trasladado en un vehículo policial al cercano Hospital del Campus de la Salud para ser operado de urgencia. Los profesionales sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida, que se apagó definitivamente a primera hora de la mañana.
Mientras en el centro médico atendían a José Manuel Arcos, sus compañeros desplegaron un fuerte dispositivo policial bautizado con el nombre de «Operación Jaula» para intentar atrapar cuanto antes al autor del disparo mortal, quien, tras protagonizar el incidente, se desprendió de una mochila en la que portaba un arma automática de importante calibre y el dinero de un robo –menos de 5.000 euros– que había perpetrado en un bar del municipio de Las Gabias minutos antes de acabar con la vida del agente.
Los agentes sitiaron las localidades de Cájar, Huétor Vega y Monachil para evitar que el sospechoso escapara. Estaba identificado. El cerco policial no tardó en dar sus frutos y sobre las 09:30 se produjo la detención en una rotonda de la autovía que separa Huétor Vega de la capital granadina. Se trataba de J.A.M.G., que cuenta con numerosos antecedentes delictivos.
El cuerpo del fallecido fue trasladado desde el hospital hasta el Instituto de Medicina Legal, donde se le practicó la autopsia que certificó la causa de la muerte. Posteriormente, ya sobre las 3 de la tarde, el cadáver fue llevado a la Comandancia de la Guardia Civil en Granada para ser velado por sus familiares, amigos y compañeros.
El Rey y el presidente del Gobierno trasladaron su pésame a la familia a través del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se refirió a José Manuel Arcos como «un ejemplo de servidor público».
El presunto asesino cuenta con numerosos antecedentes delictivos y fue identificado enseguida