El presidente Putin aboga por reforzar aún más su Ejército
Las maniobras «estratégicas» «Vostok-2018» (Oriente-2018), las mayores en toda la historia de Rusia y la URSS, tuvieron en su tercer día de operaciones la visita del presidente Vladímir Putin, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del país. Putin llegó al polígono de Tsúgol, situado muy cerca del triángulo que forman las fronteras de Rusia, China y Mongolia, a bordo de un helicóptero.
«Rusia es un Estado amante de la paz. No tenemos ni podemos tener planes agresivos. Nuestra política exterior apunta a la cooperación constructiva con todos los países interesados en ella», declaró el primer mandatario ruso ante los 87 observadores llegados desde 57 países. Pero en su arenga a las tropas, Putin prometió seguir fortaleciendo el dispositivo militar del país. «Nuestro deber para con la patria es estar preparados para defender la soberanía, la seguridad y los intereses nacionales, así como apoyar a los aliados si es necesario (...) seguiremos potenciando nuestras Fuerzas Armadas, dotándolas de armas y equipos de última generación», aseguró.
Se refirió también a la presencia en los ejercicios de militares chinos. «Durante la II Guerra Mundial, fuimos aliados y combatimos juntos la agresión. Hoy en día, también estamos cumpliendo una misión conjunta, la de garantizar la estabilidad y la seguridad en el espacio euroasiático». El miércoles, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, dijo que Rusia y China «convertirán su participación conjunta en maniobras militares en algo permanente».