LUIS DE LA FUENTE
No pone límites al equipo y piensa a lo grande RODRI: «Posiblemente sea el día más grande de mi carrera deportiva»
que se fue a poco del palo derecho. España estaba perdonando demasiado, y ya se sabe lo que pasa en estos casos, más en una final.
Una gran jugada de Bellingham, que se sacó un zapatazo que se fue pegado al palo, no puso el empate de milagro, mientras que Lamine Yamal acarició el gol en un zurdazo ante el que se lució Pickford.
El duelo se había convertido en un ida y vuelta que, pese a que era España la que más ocasiones tenía, no convenía en exceso a la Roja. Y entonces llegó el gol: Bellingham recibió en el área y retrasó como pudo el balón a Cole Palmer, que enganchó un gran disparo para poner el empate.
Fue un mazazo para España, que vivió entonces sus peores momentos, con varias llegadas
inglesas que crearon el terror en la zaga de la Roja. Duró, eso sí, muy poco, el equipo de Luis de la Fuente se rehízo rápidamente y de nuevo empezaron a llegar las ocasiones. Lamine la tuvo en un balón suelto en el área, pero su chut, demasiado centrado, se encontró de nuevo con un seguro Pickford.
El duelo parecía encaminado a la prórroga, pero entonces apareció Oyarzabal. Aunque antes, Cucurella. El lateral culminó su impresionante Eurocopa con un pase preciso que el delantero de la Real Sociedad envió a la red.
A Inglaterra, eso sí, hay que reconocerle que nunca se rindió y estuvo a punto de forzar la prórroga en el tiempo añadido. Tras un córner, Rice cabeceó, pero se encontró con Unai Simón. Después, Dani Olmo fue el salvador al sacar sobre la línea de gol un remate a Guehi. Lo celebró como un tanto, porque ese era su valor: ¡España era campeona de Europa por cuarta vez! ●
Nada más terminar el partido, la selección española fue una explosión de júbilo, felicidad y sensación del trabajo bien hecho. Cada jugador que fue pasando por los micrófonos resaltó el valor de lo conseguido, la unidad como fórmula del éxito y una sentencia: se puede seguir mejorando. El horizonte mundialista ya aparece y la ambición es enorme.
Entre los más felices, pero que menos lo podía exteriorizar, era el seleccionador Luis de la Fuente:
«No se puede estar más feliz. Ver a la afición, a los jugadores, no se puede estar más feliz. Ha sido maravilloso, donde se ha coronado un auténtico equipo. Son los mejores del mundo y me ratifico, son los más grandes».
De la Fuente iba un poquito más allá y le ponía un punto autocrítico: «Siempre se puede mejorar. La virtud de este equipo es que siempre pensamos que podemos ser un poquito mejores. Pero queremos serlo y para ganar otra competicion tenemos que ser mejores».
De la misma opinión, o parecida, era otra de las grandes revelación del torneo, Cucurella: «Creo que nos lo hemos merecido desde el principio, mucha gente no daba nada por nosotros. Hemos estado callados, hemos demostrado en el campo. Ha sido un viaje increíble. Sabemos jugar al fútbol, pero también sufrir como una familia. Hemos creado un gran grupo, éramos jugadores y ahora somos una familia. Va a quedar esto para la historia. La manera en la que lo hemos hecho es increíble».
También Morata aparecía radiante, dando las gracias a Andrés Iniesta y Bojan Krkic porque «sin ellos no podría haber estado en la Eurocopa» y aparcando el tema de su futuro en la Roja: «Creo que no es el momento de hablar de eso. Sería egoísta por mi parte».
Otro protagonista, Oyarzabal, asumía con naturalidad su papel de revulsivo, como autor del tanto que dio la Eurocopa a España: «He hecho mi trabajo, he hecho lo que me tocaba en cada momento, he intentado ayudar y he tenido la suerte de dar la victoria». El otro goleador del día, Nico Williams, se mostraba exultante: «Somos campeones de Europa. Estamos muy contentos, eufóricos porque toda esta gente se lo merece, los padres, aficionados que han apoyado todos los días». También Unai Simón se acordaba de la afición, con la que se reunirán esta tarde en Madrid: «Ninguno somos conscientes de lo que acabamos de conseguir, cómo tiene que estar España, es increíble y esperamos reventar Madrid mañana».
«Creo que no es el momento de hablar de mi continuidad en la selección. Sería egoísta por mi parte» ÁLVARO MORATA
Por último, Lamine Yamal, mejor jugador joven de la Eurocopa a sus 17 años recien cumplidos, reconoció que no sabía «de qué está hecho» el equipo español, capaz no solo de jugar bien, sino de superar momentos difíciles y acabar ganando. «Cuando nos han empatado se ha puesto difícil, nos han apretado mucho, pero siempre acabamos ganando». ●
«Estamos muy contentos, eufóricos porque toda esta gente se lo merece, los padres, los aficionados que nos han apoyado» NI CO WILLIAMS