Puente cesa al alto cargo de Puertos del Estado que ocultó su vínculo con la trama
EL GOBIERNO asegura que la destitución se produce por las «contradicciones» en las que incurrió EN SUMAR mantienen perfil bajo y se limitan a valorar «que toda transparencia es necesaria»
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, cesó ayer al secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez Manzanares, por haber ocultado la implicación de Víctor de Aldama –uno de los comisionistas de la trama en torno al exasesor de José Luis Ábalos, Koldo García– en la compra de mascarillas por 20 millones de euros.
Fuentes del equipo de Puente confirmaron ayer la destitución, que se produjo un día después de que El Mundo publicase una parte de la investigación policial del caso Koldo que constata que Sánchez Manzanares mintió a la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria. Según esta información, Sánchez Manzanares habría negado que De Aldama hubiera tenido algo que ver en la compra de mascarillas para Puertos del Estado, en uno de los dos contratos de compra que, junto con otro de Adif, están bajo la lupa de la Audiencia Nacional y también de la auditoría que anunció Puente la semana pasada.
En una respuesta a la ONIF, que firma el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, se negó la intervención de De Aldama, algo que la investigación policial sí constató en un intercambio de correos electrónicos entre el destituido Sánchez Manzanares e Íñigo Rotaeche, otro implicado en la trama de presunto cobro de comisiones. De acuerdo a la parte de la investigación publicada por El Mundo, en aquel correo el secretario general de Puertos del Estado le daba información sobre la contratación, le facilitaba un certificado y se ofrecía a elaborar otros documentos que la empresa que está en el centro del a trama, Soluciones de Gestión, pudiera requerir para llevar a cabo la compra.
El Gobierno trató ayer de atribuir la destitución de Sánchez Manzanares a una «pérdida de confianza» y señaló, además, que se enmarca en una reestructuración de todos los ministerios tras la formación del Gobierno hace poco más de tres meses. La ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Jesús Montero, fue quien se pronunció ayer al respecto, pero se limitó a pronunciar unas pocas palabras y a asegurar que Puente ya había dado todas las explicaciones necesarias sobre el alto cargo destituido. La vicepresidenta, en este sentido, señaló que el cese tuvo que ver con las «contradicciones» en las que habría incurrido Sánchez.
«Él [el ministro Óscar Puente] ha dicho que ha sido un cese por falta de confianza, por contradicciones en algunas declaraciones que había hecho, y ahora, en este momento, es cuando corresponde que los departamentos se reestructuren después de que llegó el Gobierno nuevo a Moncloa», afirmó Montero. La vicepresidenta insistió en que estos cambios en los organigramas se han producido y se van a producir «en muchos sitios, en muchos ministerios», aunque evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que se produzcan más destituciones a raíz del caso Koldo.
Por su parte, la pata minoritaria del Ejecutivo, la de Sumar, sigue manteniendo un perfil extremadamente bajo ante la sucesión de noticias e informaciones sobre la investigación del caso Koldo y las decisiones adoptadas por el PSOE para desligarse de la trama. Ayer, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, únicamente calificó de «ejercicio de transparencia» las explicaciones ofrecidas por Armengol y evitó valorar el cese del secretario general de Puertos del Estado decidido por Puente. «En este momento, toda transparencia es necesaria», se limitó a decir Urtasun.
La destitución de Sánchez Manzanares se produce una semana después de que Puente anunciara una «amplísima auditoría» sobre los dos contratos de compra de mascarillas, para Puertos del Estado y para Adif, que están en el origen del caso Koldo que ya investiga la Audiencia Nacional. Entonces, dijo que de todas las personas que aparecían en el sumario y habían sido llamadas a declarar ante el juez, solo una seguía trabajando para el Ministerio.
Se trata del hermano de Koldo García, Joseba García, al que se relaciona con el supuesto lavado de dinero para ocultar las supuestas comisiones y a quien el juez dejó en libertad sin medidas cautelares tras su declaración. Hasta el momento, es empleado de una contrata de limpieza adscrita a Adif, trabaja en Vitoria y, según dijo Puente el sábado pasado en una entrevista en La Sexta, por ahora no hay base para despedirlo, puesto que su vinculación con la trama no tiene nada que ver con el desempeño de sus funciones laborales. ●