OTRA FAMILIA DESTRUIDA
Vecinos de Yashira Serra la escucharon pidiendo auxilio, mientras su pareja la apuñalaba, pero no pudieron llegar a tiempo
Vecinos de Pedro Ángel y Yashira en Hormigueros, no pueden creer que el hombre que siempre les decía “Dios te bendiga” asesinara a su esposa e hiriera a su hijastra en el primer crimen por violencia de género del año
HORMIGUEROS. Los gritos de Yashira Serra Santiago irrumpieron la tranquila madrugada del domingo en el barrio Lavadero, específicamente en la calle Pura Brisa.
Una mujer, de 31 años y madre de tres hijos de 8, 2 y 1 año, pedía auxilio, mientras su pareja, Pedro Ángel González Pérez, de 27 años, la atacaba presuntamente con un cuchillo en distintas partes del cuerpo en las escaleras que dan a su casa, que ubica en la planta baja del edificio número 291 de la calle Pura Brisa.
En lo que los vecinos reaccionaron, ya era tarde.
Yashira murió desangrada, mientras su hija mayor de 8 años y fruto de una relación previa, recibió heridas en el cuello y la espalda.
Hablan vecinos
“Fue tan rápido que nadie pudo hacer nada. Cuando ella salió gritando, aparentemente ya estaba herida y en lo que la gente reaccionó, porque a esa hora estábamos todos durmiendo, pues terminó de matarla. Se cansó de apuñalarla”, dijo Claribel Santana Albino, vecina del lugar.
Su mamá, Rosita Albino de Santana, de 80 años, escuchó cuando la víctima pedía auxilio, pero tampoco pudo hacer nada para ayudarla.
“Escuché un grito aterrador, de esos bien fuerte, llamando a la tía (quien vivía en la planta superior), pero como yo casi no puedo caminar, no pude salir. Al poco rato escuché las ambulancias... Es lamentable”, comentó.
Mientras, Santana Albino indicó que nunca había registrado un incidente similar entre la pareja.
Describió a la víctima como una mujer reservada, pero amable, mientras que a González Pérez lo consideraba un hombre tranquilo.
“Nunca hubo discusión. Eran cristianos los dos. Visitaban una iglesia evangélica. A los nenes los vestían lo más lindos para ir a una iglesia. Un día como hoy (ayer) estarían camino a la iglesia”, lamentó la vecina.
“Fue tan rápido que nadie pudo hacer nada. Cuando ella salió gritando, aparentemente ya estaba herida y en lo que la gente reaccionó, porque a esa hora estábamos todos durmiendo, pues terminó de matarla. Se cansó de apuñalarla”
CLARIBEL SANTANA ALBINO
VECINA DEL LUGAR “
Escuché un grito aterrador, de esos bien fuerte, llamando a la tía (quien residía en la planta superior), pero como yo casi no puedo caminar, no pude salir. Al poco rato escuché las ambulancias... Es lamentable”
ROSITA ALBINO DE SANTANA VECINA
“Él era muy amable. Siempre decía ‘Dios te bendiga, busca de Dios’. Cosas así… No nos explicamos cómo pasó”, agregó.
Según trascendió, Serra Santiago laboraba en un restaurante de comida rápida en Mayagüez, mientras que su pareja era barbero.
Luego de los hechos, González Pérez huyó de la escena criminal en un vehículo de motor que se cree pertenecía a la víctima.
Llegó hasta la calle Pilar Defillo en Mayagüez, donde reside su madre y también está ubicada la iglesia a la que asistía la pareja, quien llevaba cinco años de casada.
Allí amenazó durante hora y media con privarse de la vida lanzándose de un edificio hasta que se entregó a la Policía.
En su desesperación, el barbero pidió ver a sus hijos, confirmaron los negociadores de la Policía.
Los dos menores fueron rescatados por familiares, mientras la hermana mayor, herida en el incidente, fue traslada al Centro Médico en Río Piedras, donde estaba en condición estable, según la Policía.
Este es el primer caso de violencia de género que se registra en el 2019.
Le presentan cargos
La jueza Rosalina Ruiz Ruperto, del tribunal de Mayagüez, determinó causa para arresto contra González Pérez por los delitos de asesina- to en primer grado, tentativa de asesinato, violación a la Ley de Armas e infracción al artículo 58 (maltrato) de la Ley 246 para la Seguridad y el Bienestar de Menores.
Al imputado, Ruiz Ruperto le impuso $5 millones de fianza, la cual no prestó.
Por ello, anoche sería enviado al complejo correccional Las Cucharas en Ponce.