Una mujer trotamundos e independiente
A sus 73 años, continúa viajando a diversas partes del mundo por entender que “la vida es una e irrepetible”
La vida es muy corta y hay que disfrutar, aprender, cuidar la salud, tener empatía con los demás y aportar a la sociedad. Esa es la máxima que guía la vida de Elba Ramos Algarín, quien, a sus 73 años, es una viajera frecuente y una voluntaria en el sector de la educación.
Un accidente automovilístico de carácter serio le enseñó, a sus 18 años, la brevedad de la vida y, a partir de entonces, decidió que viajaría el mundo para seguir su pasión. Meses más tarde, con el dinero que recibió del seguro del carro, se fue a viajar y visitó varios países latinoamericanos, entre ellos, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil y Uruguay. A este último, llegó en momentos de crispación política por las acciones de la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional–Tupamaros. Recordó que, al llegar al aeropuerto, la llevaron a un cuarto para interrogarla sobre sus motivos para visitar el país y que, cuando la dejaron salir, no vio a nadie en las calles porque había toque de queda.
Pero ella no estaba enterada de nada de lo que ocurría allí.
“Fui sola. Yo miro hacia atrás y me asombro, aunque yo me sabía defender y cuidarme”, contó ayer desde su casa en Atlanta, Georgia.
La experiencia en Uruguay no la amilanó, sino que la ayudó a apreciar otras culturas y momentos históricos y la motivó a continuar viajando.
Estudió comunicaciones y se fue a vivir a Italia, país en el que pasó 16 años, en dos períodos diferentes, donde nació su hijo, Mario Segarra Ramos, y donde estudió historia del arte y aprendió a hablar italiano. Afirma que saber otros idiomas (también domina el portugués) le ha abierto puertas y le ha permitido tener otras experiencias.
Elba, natural de Río Piedras, regresó a Puerto Rico y, cuando su hijo decidió estudiar diseño gráfico en Atlanta, se mudó con él. Desde entonces, ha laborado en el periódico “Atlanta Latino”, donde tuvo una columna y, durante 30 años trabajó de forma voluntaria con grupos de inmigrantes en diferentes comunidades. Incluso, se fue de voluntaria a India y África para trabajar en escuelas. Actualmente, labora como maestra de español en una escuela Montessori.
TRABAJO Y AHORRO
Sobre sus viajes y cómo ha podido hacerlos, sostuvo que decide con tiempo a dónde quiere viajar, comienza a ahorrar y busca información sobre el lugar y las opciones de alojamiento y transportación. “No soy persona de desear cosas materiales, yo prefiero conocer otras culturas. No soy rica; yo trabajo y ahorro. A veces, gastamos más en cosas materiales y llenamos la casa de muebles y de cosas que no nos hacen falta. Yo no necesito un carro caro, sino uno que me lleve y me traiga. He podido moverme y buscar buenas ofertas y viajo sola o con una amiga. Me hospedo en Airbnb; voy a los mercados, compro productos frescos y cocino; me transporto en guaguas y así ahorro”, dijo.
Por ejemplo, el año pasado, decidió dejar su trabajo temporalmente y viajar con una amiga a Europa durante dos meses. “Fuimos a Sicilia, a Croacia y a Italia. Gasté entre $4,000 y $5,000”, recordó la riopedrense, quien decidió muy temprano en su vida que no pasaría su adultez sentada en un sillón esperando la muerte. Visitar otros países no solo le permite
disfrutar de una actividad que la apasiona, sino aprender de otras culturas, ayudándole, a su vez, a ser más empática con otras personas.
“En lugar de ahorrar para dejarle dinero o casas a los hijos, que no quiere decir que no le voy a dejar nada a mi hijo, yo creo en usar el dinero para disfrutar de lo que a uno le gusta. Hay que disfrutar para no lamentarse de las cosas que no se hicieron. La vida es una e irrepetible”, sostuvo quien también ha visitado Egipto y Marruecos, entre muchos otros países.
Elba amplió el consejo a otras personas, indicando que “todos lo pueden hacer. El que no tiene dinero, que coja un préstamo. No hay que tener miedo; peor es no hacer nada. El miedo es algo que está en tu mente y la mayor parte de las cosas (que piensas) no van a pasar”.
Sobre su estilo de vida, Elba contó que hace yoga y camina todos los días, se alimenta de forma saludable y lee mucho. “Trato de ser agradecida por lo que tengo. No veo noticias ni programas que no aporten a mi intelecto, prefiero ir a una biblioteca a leer e instruirme. He estado toda mi vida construyéndome”, relató la trotamundos, quien dijo que vive sola por elección, pues prefiere ese estatus a convivir con alguien que no aporte a su vida.
Se definió como una persona optimista, positiva y agradecida, que evita los ambientes y las personas tóxicas. “Todo en la vida es tener buena actitud. Eso te ayuda y atrae cosas buenas a tu vida”, afirmó.
Sobre la edad adulta, aconsejó a otras personas a disfrutar de las cosas que les gustan y a seguir ayudando a otras personas en la medida en que puedan.
“Creo que todo el mundo puede hacer tantas cosas en lugar de lamentarse. Si no haces nada, no pasa nada. Los hijos después se van y hay que hacer cosas para no quedarse en la casa. Se puede hacer voluntariado con otras personas mayores, ir a los hospitales, a los refugios de animales, a donde están los niños que tienen cáncer u otras condiciones. No hay excusas”, manifestó.