Marcada reducción poblacional
En solo dos décadas, Puerto Rico perdió casi 700,000 habitantes, una crisis que amerita análisis de parte del gobierno
En las primeras dos décadas del siglo 21, Puerto Rico perdió casi 700,000 habitantes, lo que constituye un 18.3% de la población o casi una quinta parte. Las repercusiones de ese dramático cambio, sin embargo, aún no han sido motivo de análisis por el gobierno.
A grandes rasgos, ese fue el panorama que la demógrafa Judith Rodríguez ofreció durante una ponencia sobre la crisis demográfica en Puerto Rico, como parte de la celebración del 55 aniversario del Programa de Demografía de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Originalmente, explicó Rodríguez, se pensaba que la disminución poblacional era de 542,936 habitantes o 13.8%. Resaltó, no obstante, que, durante una reciente revisión, el Negociado federal del Censo notificó que, en los datos censales del 2010 y 2020, se había sobrecontado. Considerando que, con los nuevos números, la población del 2000 fue de 3,808,610 habitantes y la del 2020 de 3,111,209, en esos 20 años la merma real fue de 697,401 personas.
Rodríguez advirtió que la reducción constituye una “crisis”, definida por la Real Academia Española como “un cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación”, dijo. La población del 2020, destacó, se asemeja a la que había en 1980 (3,196,520 personas).
“¿Qué va a pasar en Puerto Rico? Hay dos caminos: o mejoramos o se agrava la situación”, planteó durante la actividad, celebrada en la semana recién concluida y en la que recibió el reconocimiento “A la excelencia en la práctica de la disciplina”. Rodríguez formó parte de la primera clase graduanda, en 1968, del Programa de Demografía.
“No hay la menor duda que una pérdida tan significativa de la población, en un período de solo 20 años, preocupa e invita a una reflexión profunda por sus serias implicaciones en el orden económico y social del país”, agregó.
“Hasta las adolescentes han reducido el tener hijos. Es un fenómeno que se está dando en todas las edades” JUDITH RODRÍGUEZ DEMÓGRAFA
¿QUÉ FACTORES CONTRIBUYERON?
En su análisis sobre los factores que pudieron haber contribuido a la merma, la demógrafa señaló que, en el 2005, se dio por terminada la Sección 936 del Código de Rentas Internas de Estados Unidos. A través de esta medida, se eximía del pago de contribuciones federales a compañías que establecieran negocios en la isla.
En consecuencia, dijo, “se fue mucha gente con empleos muy buenos y remunerados”. “Para mí, ahí comenzó un movimiento (de emigración) que fue agrandándose”, añadió.
La declaración de quiebra del país, el azote de los huracanes del 2017, los terremotos del 2020 y la pandemia de COVID-19 son otros factores que, a su juicio, aceleraron el decrecimiento poblacional.
LAS CONSECUENCIAS
Además de reducir el tamaño de la población, la emigración ha mermado la cantidad de gente joven en edades productivas y de posible procreación, lo que contribuye al envejecimiento de la población, dijo Rodríguez.
Para atender el problema, sugirió que se creen políticas públicas que beneficien a gente joven para evitar que emigren. También, deben subirse los salarios para mejorar la calidad de vida y que sirvan de atractivo para el regreso de muchos, lo que podría ayudar a revertir los bajos niveles de natalidad.
Sobre la baja en nacimientos vivos, comentó que, mientras en el 2000 se registraron 59,460, se proyecta que este año cierre con unos 18,250, lo que, con unas 34,800 muertes, reflejaría un decrecimiento natural de -16,550. El año pasado, recordó, las muertes superaron por 13,923 los nacimientos vivos. Este fenómeno de más muertes que nacimientos, sostuvo, se está reflejando desde el 2016.
“Hasta las adolescentes han reducido el tener hijos. Es un fenómeno que se está dando en todas las edades”, apuntó, tras comentar que la baja en natalidad se ha estado reflejando desde 1998.
Mientras, en el 2010, la proporción de madres adolescentes fue de 17.1%, el año pasado fue de 6.6%. Menos población, dijo, significa menos efectivos produciendo y consumiendo.
Sobre la población menor de 18 años, Rodríguez advirtió que, en dos décadas, se ha reducido a casi la mitad: de 1,092,101 en el 2000 a 560,971 en el 2020. La reducción poblacional, explicó, se ha notado particularmente en personas de 44 años o menos. De 45 o más, mientras tanto, se nota un aumento, especialmente a partir de los 65.
“Un cambio abrupto en la estructura de edad de la población pone en riesgo nuestra viabilidad económica y de servicios”, advirtió.
A FUTURO
La experta anticipó que se proyecta que, en los próximos años, continúe la reducción poblacional. Para el 2030, dijo, se estima que podría haber unas 300,000 personas menos, para un total de 2,797,549 habitantes en la isla.
Como ejemplo, mencionó que, en el sistema de educación pública, de kínder a duodécimo grado, hubo una reducción de 16,105 estudiantes entre los años académicos 2019-20 y el 2020-21. La baja mayor se nota en los primeros grados (kínder y primero). A nivel privado, dijo, también ha habido una merma significativa. En los últimos 10 años, la reducción fue de 64,898 estudiantes. Esa reducción se notará marcadamente en los próximos años a nivel de los potenciales estudiantes de nuevo ingreso a la universidad.
“Atentar contra la educación es una locura. Esta realidad demográfica amerita un mayor análisis. Esto no se puede dejar así en un letargo”, puntualizó.