David Rosario: ícono en la región centroamericana
Ha pasado casi inadvertido el regreso como timonel de David Rosario con el combinado baloncestista de Panamá, tras una ausencia de cinco años a pesar de haber realizado un notable trabajo con un conjunto sobrado de veteranos.
En esta ocasión, David, pupilo preferido del fenecido Miguel Mercado, de quien fue asistente, además de comenzar como coach en la rama femenil y en las categorías menores, cuenta con tres canasteros de calidad que nacieron en Estados Unidos, pero con pasaporte panameño: el pívot Akil Mitchell, el base Trevor Gaskins y el delantero Tony Bishop, que le dan mayor solidez a su cuadro inicial.
Rosario, con credenciales para poder haber dirigido el
Equipo Nacional de Puerto
Rico, o al menos ser uno de sus auxiliadores, siempre ha sido marginado por los presidentes federativos. Ha corrido la misma suerte que
Miguelito, ganador de tres cetros en el BSN: Morovis,
Ponce y San Germán, pero marginado de la Selección disque por su personalidad recia e indisciplina gorda.
Sin embargo, no tiene sentido que Rosario se haya exiliado en Panamá, habiendo llevado en tres ocasiones a los Capitanes de Arecibo al trono, aunque en la campaña pasada tuvo a su cargo a San Germán, sacando del anonimato al francotirador a Isaac Sosa, que le agradeció la confianza depositada en él.
Asimismo, Rosario ha tenido el cargo de captador de talento en el país istmeño, fue galardonado por la Alcaldía de Managua con la Orden Alexis Argüello por su excelencia deportiva, conduciendo al club Real Estelí al campeonato.
Molesta, pues, que un técnico talentoso, responsable y serio sea profeta en tierra lejana con la Selección, y no en su patria.
Ahora tiene por delante las ventanas de la AmeriCup de 2021, debutando en la arena Roberto Durán el viernes próximo ante Paraguay, al que visitará el 26; mientras en noviembre la tendrá más difícil con Brasil y Uruguay.
El rechazo a David no quiere decir que el español Paco Olmos, Rick Pitino, quien actualmente es el mentor de Grecia; Flor Meléndez y Eddie Casiano no eran merecedores al puesto, pero la indiferencia con él es lo que hace cosquillas a la sinrazón.