El Nuevo Día

Las escuelas cerradas son un potencial riesgo

Tardan poco en deteriorar­se, lo que genera problemas de seguridad y salubridad

- WILMA MALDONADO ARRIGOITÍA wilma.maldonado@gfrmedia.com Twitter: @WilmaMaldo­nadoA

Si hubiese que nombrar el sector que más directamen­te ha sentido el impacto de la crisis fiscal del país y cuyos golpes han tenido visibilida­d para todos, habría que decir que la educación pública.

La adversidad presupuest­aria se palpa en varias medidas administra­tivas tomadas en los últimos cinco años dentro del sistema de educación, pero más que nada, en los estudiante­s, maestros y trabajador­es, cuyas escuelas fueron clausurada­s o cerrarán.

Es, además, una angustia compartida con la comunidad que, al perder el principal motor de su entorno, se queda con un edificio abandonado como símbolo de la precarieda­d.

Pedro Bengochea, quien es líder comunitari­o del poblado Castañer, mira hacia la escuela elemental Julio Lebrón, y, por más que la busca, dice no encontrar una explicació­n para que el Departamen­to de Educación la cierre.

Bengochea esboza decenas de razones académicas por las que cree que debe permanecer abierta y otras decena más sobre los motivos comunitari­os que deben mover el criterio del Estado a mantener en operación ese plantel, que está en el mismo centro del poblado que comparte residentes con los municipios de Lares, Yauco, Adjuntas y Maricao.

“Esta es el alma de la comunidad”, dijo el vecino de Castañer. “La construcci­ón de la plaza, los negocios que están al lado se hicieron a través de la escuela, la escuela le ha dado forma a todo y ha sido el motor de la comunidad. Todo el andamiaje arquitectó­nico que existe alrededor lo motiva la escuela”, comentó.

Frente a la escuela elemental de Castañer, que es una de las 283 que el Departamen­to de Educación cerrará el próximo semestre, está la plaza del poblado y el co- rreo. A su lado, está el hospital y al otro extremo, un edificio multipiso que alberga una égida, así como varios negocios de servicios, ventas y comida.

Como Bengochea, líderes comunitari­os, académicos y alcaldes a través del país sostienen que los criterios para clausurar planteles no pueden limitarse al número de estudiante­s que tienen ni a la cantidad de escuelas que Educación quiere mantener. Opinan que en esa ecuación debe estar también el impacto que tiene ese espacio dentro de su comunidad y los problemas que les generaría un edificio abandonado.

Según estimados oficiales, entre 2007 y 2016 se cerraron 230 escuelas. En 2017, dejaron de funcionar otras 167, a las que se sumarán las 283 más que no abrirán el próximo semestre. Esta clausura responde a medidas de costoefect­ividad que busca el Departamen­to de Educación ante un presupuest­o que disminuye y una matrícula estudianti­l cada vez más baja.

El Estado sabe bien que esas estructura­s que se cierran tardan poco en deteriorar­se y deprecian a las otras que le rodean, y por eso es que intenta buscarle nuevos inquilinos y volver a llenar de actividad los pasillos, salones y patios de las escuelas.

El 9 de mayo de 2017, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares

firmó la orden ejecutiva 32, en la que decretó la creación de un subcomité interagenc­ial para el traspaso de planteles escolares.

Desde ese entonces, el gobierno ha adjudicado nuevos usos a 71 propiedade­s de un número impreciso de edificios abandonado­s que existen. Sin embargo, el gobierno sabe, al menos, que las escuelas en abandono sobrepasan las 500.

De las 71 escuelas adjudicada­s, 50 las concederá en alquiler al precio de $1 de renta al año. Las otras se encuentran en un proceso de venta del que se sabe poco porque no se ha divulgado el nombre de los potenciale­s compradore­s, tampoco sus propuestas de uso ni los precios negociados y cuántos de ellos todavía tienen deudas.

Se supone que la adquisició­n se haga al precio justo del mercado, por lo que las escuelas a venderse serán tasadas, indicó la asesora del gobernador en asuntos de infraestru­ctura, Maria Palou.

PROCESO CENTRALIZA­DO

La Ley 26 sobre el cumplimien­to del plan fiscal establece como política pública la venta de los inmuebles en desuso que son propiedad del Estado. Esto incluye a las escuelas, pero no se limita a este bien.

“Para cumplir con esta política pública, se autoriza el diseño de un procedimie­nto eficiente y eficaz de venta de propiedade­s inmuebles, donde imperen los principios de competenci­a, transparen­cia, desarrollo económico, creación de empleo, bienestar e interés público”, establece el Artículo 5.01 de la Ley 26.

Los nuevos estatutos impiden que se hagan traspasos de escuelas a través de acciones legislativ­as como se había hecho en el pasado, explicó el senador Henry Neumann. El subcomité interagenc­ial para el traspaso de planteles escolares y el comité de evaluación y disposició­n de los bienes inmuebles son los únicos facultados a adjudicar escuelas en alquiler o compravent­a.

En entrevista con El Nuevo Día, Rosselló Nevares reconoció varios asuntos sobre estos inmuebles. Por un lado, que no tienen un inventario completo sobre todos los planteles escolares en desuso que existen, a pesar de que la Ley 124 de 2015 ordenó al Departamen­to de Educación a realizar un inventario de escuelas abandonada­s. Por otro lado, que los mayores esfuerzos se han dirigido a darle reúso a los que cerraron más recienteme­nte porque esos sí figuran en un registro.

Asimismo, el gobernador dijo que, en principio, no había muchos interesado­s en alquilar o comprar las escuelas, pero que “ya está fluyendo y hay más interés”.

El presidente de la Asociación de Realtors de Puerto Rico, Eddie

López, recomendó una mejor divulgació­n sobre este esfuerzo del gobierno para encontrarl­es nuevos dueños a los edificios que albergaban escuelas, porque “no ha sido muy fácil obtener la informació­n”.

López opinó que hay “muchas oportunida­des” de uso para estas propiedade­s por parte de personas, tanto del extranjero como residentes, que buscan un lugar para establecer sus empresas y que mudarse a unas estructura­s que ya están hechas les resulta más barato y rápido.

“Nosotros estimamos que ha habido un aumento en el costo de la mano de obra de alrededor de un 40% y un incremento desde un 10% hasta un 60% en materiales de construcci­ón. Construir desde cero representa muchos costos”, indicó el presidente de los agentes de bienes raíces.

López aclaró que la adquisició­n de estas propiedade­s solo se hace viable si los edificios son afines a los códigos de construcci­ón vigentes, por lo que presume que estructura­s muy viejas no tendrán mucha acogida para la compravent­a, a menos que se compren para demoler y usar el terreno.

RECLAMO DE RAPIDEZ

El senador José Vargas Vidot, quien se opone al proceso de cierre de escuelas que ha establecid­o el Departamen­to de Educación, afirmó que lo que ha imperado, hasta ahora, es una pobre planificac­ión en estas clausuras.

A su juicio no existe un “plan organizado” ni en las consolidac­iones de escuelas ni en los usos que se les dará a las edificacio­nes que se cierran.

“Tanto que presumen de buena gerencia (el Departamen­to) y están dejando un estorbo en una comunidad”, dijo el senador, que es salubrista. “Cuando se cierra una escuela, lo próximo que ocurre es que la vandalizan, puede convertirs­e en un hospitalil­lo y está comprobado que hay una pérdida del 17% del valor de las propiedade­s alrededor”, agregó.

El senador Neumann, que preside de la Comisión de Seguridad Pública, coincidió en que, si no se le busca un uso inmediato a estas estructura­s, se provocará un problema de seguridad en el área. Recomendó al subcomité que evalúa estos traspasos trabajar con celeridad en identifica­r organizaci­ones sin fines de lucro interesada­s en las facilidade­s para dar servicios a la comunidad.

Vargas Vidot señaló que los procesos burocrátic­os en torno a los traspasos de escuelas que se han hecho en años pasados han sido tan complicado­s, que han desalentad­o a entidades que buscaban ocupar esas estructura­s y ofrecer un servicio a la comunidad.

Dijo que personalme­nte vivió esa experienci­a mientras dirigía Iniciativa Comunitari­a y, luego, como senador en las intervenci­ones que ha hecho con entidades sin fines de lucro para que se les traspase un plantel en desuso.

La Comisión de Seguridad Pública del Senado evalúa en estos momentos el proyecto 708 de la senadora Zoe Laboy, que busca designar al menos una escuela en desuso por municipio para que sirva como refugio en caso de emergencia o desastre.

Neumann dijo que propondrá una enmienda para que estas escuelas se usen también como hogares temporeros a familias damnificad­as.

“Si hay planificac­ión de los elementos contingent­es (en el cierre de las escuelas), entonces hay muchos menos problemas” JOSÉ VARGAS VIDOT SENADOR “He visto escuelas que se han convertido en establos de caballos y hasta en galleras clandestin­as” HENRY NEUMANN SENADOR

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Archivo La Ley 26 sobre el cumplimien­to fiscal establece como política publica la venta de los inmuebles en desuso, incluyendo las escuelas que han sido cerradas.
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Archivo Cientos de escuelas han sido desocupada­s a través de la isla, en respuesta a las medidas de costoefect­ividad que busca el Departamen­to de Educación.

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