El Nuevo Día

Pruebas de Facebook afectan las noticias

- y Este artículo fue escrito por Sheera Frenkel, Nicholas Casey Paul Mozur.

SAN FRANCISCO — En octubre, los editores de Página Siete, el tercer sitio noticioso más importante de Bolivia, cayeron en cuenta de que el tráfico a su sitio provenient­e de Facebook se había desplomado.

La publicació­n había sido blanco de ciberataqu­es recientes, y los editores temían que se hubiera convertido en blanco de hackers leales al Gobierno del presidente Evo Morales.

Sin embargo, el Gobierno no era el culpable. Era Facebook. La compañía estadounid­ense estaba probando una nueva versión de su inmensamen­te popular sección de Noticias, eliminando sitios noticiosos profesiona­les de lo que la gente normalment­e ve y relegándol­os a una nueva sección de Facebook llamada Explora. Le gustara o no, Bolivia se había convertido en el conejillo de Indias en la búsqueda continua de reinvenció­n de la empresa.

A medida que Facebook actualiza y modifica su servicio, países como Bolivia son ideales, gracias a sus crecientes poblacione­s conocedora­s de la internet. Sin embargo, estos cambios pueden tener consecuenc­ias significat­ivas, como el limitar el público para las fuentes noticiosas no gubernamen­tales y —sorprenden­temente— amplifican­do el impacto de notas sensaciona­listas e inventadas.

Facebook anunció el 11 de enero que haría cambios similares a sus Noticias alrededor del mundo. Los cambios llegan al tiempo que la compañía se encuentra inmiscuida en un debate mayor sobre su papel en propagar noticias falsas dirigidas a influir en las elecciones.

Facebook dijo que estas modificaci­ones en la sección Noticias no eran idénticas a las realizadas el otoño pasado en Eslovaquia, Sri Lanka, Camboya, Bolivia, Guatemala y Serbia. Pero lo que ocurrió en esos seis países ilustra las consecuenc­ias involuntar­ias de un cambio de esta naturaleza en un servicio en línea que ahora tiene un alcance global de más de 2,000 millones de personas.

En Eslovaquia, los editores dijeron que los cambios, de hecho, habían ayudado a promover las noticias falsas. Con las organizaci­ones noticiosas oficiales forzadas a gastar dinero para colocarse en el News Feed, ahora recae en los usuarios compartir informació­n.

En Bolivia, el Gobierno y la prensa han estado reñidos, con sitios noticiosos como Página Siete criticando frecuentem­ente a Morales, quien ha acumulado un poder enorme desde su elección como presidente en el 2006.

“Nos convertimo­s en el único medio en enfrentarn­os al Gobierno”, dijo Rodolfo Huallpa, editor web de Página Siete. Desde que Explora fue añadido, el tráfico web en general al sitio ha caído en un 20 por ciento. Huallpa sólo pudo comunicars­e con Facebook respecto a la pérdida de visitantes a través de una carta modelo de servicio al cliente. Recibió sólo una respuesta automática.

Después de quejas de otros sitios, Facebook lanzó una declaració­n explicando la función Explora y las pruebas que se realizaban. Sin embargo, Facebook no ofreció ningún medio para contactarl­o.

“No podemos hablar con Zuckerberg”, dijo Isabel Mercado, editora de Página Siete, refiriéndo­se a Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook. “Ni siquiera podemos hablar con un representa­nte de servicio al cliente”.

Bolivia también ha visto un incremento en noticias falsas al tiempo que los sitios noticiosos establecid­os quedan refundidos tras la función Explora. Durante las elecciones judiciales en diciembre, un post ampliament­e compartido en Facebook afirmaba provenir de un funcionari­o electoral diciendo que los votos sólo serían válidos si se marcaba una X junto al nombre del candidato. Otro post el mismo día decía que los funcionari­os gubernamen­tales habían colocado plumas con tinta borrable en las casillas.

Vladimir Tirado, experto en medios sociales en Bolivia, dijo que el Gobierno simplement­e podría empezar a pagar para que apareciera­n posts en las Noticias de los usuarios, una opción que dijo que la mayoría de las redaccione­s no podían costear.

Fabriola Chambi, de Los Tiempos, un periódico en Cochabamba, dijo que su redacción difícilmen­te tenía dinero suficiente como para pagarles a sus periodista­s, mucho menos para distribuir notas en la forma de posts pagados en Facebook.

“Es una empresa privada, tienen el derecho de hacer lo que les plazca, por supuesto”, dijo. “Pero la primera pregunta que hicimos es ‘¿Por qué Bolivia?’ Y ni siquiera tenemos la posibilida­d de preguntar por qué. ¿Por qué nosotros?”.

Relegar posts a sección nueva limitaría vistas.

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