Golpes ciclónicos disparan la solicitud de líneas de crédito
Ante el paso de María, negocios aun cuantifican el impacto del huracán Irma en su operación
El comercio al detal del área metropolitana, que aun no ha terminado de deshacerse del golpe que le propinó el carecer de servicio eléctrico alrededor de diez días tras el paso del huracán Irma, anticipa un impacto aún mayor luego de la entrada a la isla del ciclón María.
“Lamentablemente, lo que nos va a pasar ahora no tiene precedentes”, manifestó Nelson Ramírez, presidente Centro Unido de Detallistas (CUD), en referencia a que el huracán María, a diferencia de Irma, sí se espera que cruce la isla como categoría 5, con vientos máximos sostenidos de 157 millas por hora o más. Aun cuando el ciclón anterior pasó el pasado 6 de septiembre a decenas de millas del norte de Puerto Rico, dejó zonas sin servicio eléctrico por diez días o más.
“Si en menos de una semana se perdieron más de $100 millones en ventas al detal en Puerto Rico, imagine la cantidad que se perderá si pasamos tres o cuatro meses sin luz”, expresó.
De acuerdo con Ramírez, el CUD realizó un sondeo entre sus socios que reveló que un 98% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) perdió el servicio eléctrico en algún momento debido al paso de Irma, de los cuales entre un 30% y 40% estuvieron más de tres días a oscuras.
Carecer de electricidad redunda para algunos negocios en el cese de operaciones, mientras que para otros que cuentan con generadores eléctricos, implica un alza sustancial en los costos operacionales.
Tal fue el caso de Adrián Romano, copropietario de los restaurantes argentinos Agárrate Catalina en la calle Loíza y en Condado. “En la calle Loíza estuvimos 12 días sin luz. Perdimos aproximadamente $6,000 por toda la comida que se dañó y se tuvo que botar”, lamentó.
Relató que no fue hasta el pasado viernes que pudo conseguir una planta eléctrica alquilada, a un costo de $700 diarios, sin contar con los $250 que gastó en diésel para suplirle a la máquina durante dos días. “Esos dos días se trabajó para pagar la planta y la nómina”, indicó Romano. Los diez días que careció del servicio de electricidad no pudo abrir el restaurante.
“Cuando por fin volvió la luz se dañaron tres neveras, dos ‘freezers’, la computadora y una máquina ‘slicer’ (rebanadora). El impacto ha sido abominable. Incluso ahora la venta no está como debería”. Agregó que en el restaurante de Condado, que solo pasó dos días sin luz, también cayeron las ventas debido a que los consumidores han incurrido en más gastos debido al paso de los huracanes, por lo que optan por establecimientos de comida rápida.
“No sé cuántos meses nos vamos a tardar en recuperar lo que pasó, y ahora lo que viene pinta peor”, dijo.
Por su parte, Miguel González, vicepresidente senior de operaciones de Empresas Caparra, indicó que no fue hasta el viernes pasado que todas las tiendas de San Patricio Plaza, en Guaynabo, contaron con el servicio eléctrico, mientras que Galería San Patricio tuvo luz el sábado.
“Las que se vieron más impactadas lo fueron las tiendas pequeñas porque las anclas, excepto TJ Maxx que no tenía generador, pudieron abrir”, informó. Agregó que los restaurantes que están fuera del centro comercial pudieron abrir debido a que cuentan con plantas eléctricas.
“Lo que más duele, aparte de no poder servir a la comunidad, son los em- pleados y comerciantes, que al no tener luz no podían operar ni emplear al personal. Muchos de esos empleados no han tenido oportunidad de generar ingresos para manejar esta situación (la llegada de María) porque pasaron diez días sin poder trabajar”, manifestó González. “No tenemos un estimado de pérdidas, pero tiene que rondar en los millones de dólares”.
Indicó que en los alrededor de 200 establecimientos de todo el distrito de San Patricio Village, “estamos lo mejor preparados posible dentro de las circunstancias y esperando que el huracán haga el menor daño posible y que no se pierda ninguna vida humana”.
En el caso de Margarita Gandía, presidenta de Gandía B. Realty, en el Viejo San Juan, indicó que los residentes de la zona han sido impactados de cara a la llegada del huracán María debido a que la ferretería y el supermercado del sector tuvieron que cerrar por falta de servicio eléctrico.
Acerca del negocio que preside, indicó que utilizó el generador de electricidad por los cuatro días que pasaron sin luz, “pero sí nos sigue afectando la falta de teléfono y de conexión a internet”. Ante esto, el personal usa sus smartphones para continuar las operaciones del negocio.
En cuanto al próximo huracán, se mostró confiada en que “vamos a hacerle frente igual que le va a hacer frente todo Puerto Rico, de manera responsable y solidaria”.