Las preguntas que ignora el Gobierno
Los puertorriqueños de a pie tenemos muchas preguntas y pocas contestaciones. Aquí van algunas mías: -La Junta de Control Fiscal es, ciertamente, un organismo impuesto que lacera nuestra dignidad como pueblo pero, ¿no estaba ya lacerada con el status colonial? No es la Junta el problema sino la consecuencia del problema. Nuestra furia debería dirigirse a los políticos incompetentes y corruptos que nos han llevado a la situación actual de indigencia fiscal.
-¿Por qué los políticos -de ambos partidos- han gobernado como accionistas de una corporación con fines de lucro para ellos y los suyos? ¿Por qué no ha sido el Gobierno para el país sino el país para el Gobierno? ¿Por qué no quieren que se audite la deuda y se asignen responsabilidades?
-¿Por qué no se debaten públicamente las decisiones del Gobierno, sobre todo las financieras? ¿Por qué no se publican regularmente estadísticas actualizadas sobre el estado del país?
-¿Cómo es que no se les cae la cara de vergüenza a nuestros exgobernadores y exjueces del Tribunal Supremo por insistir en pensiones y privilegios extravagantes, aduciendo derechos adquiridos, cuando miles de puertorriqueños (maestros, policías), que también adquirieron derechos con su trabajo de décadas, podrían quedarse sin sus beneficios y pensiones?
-¿Por qué no se reforma la organización de un gobierno enorme y costoso que no guarda relación con el tamaño de la población ni del país?
-¿Por qué empiezan siempre los recortes por los de abajo?
-¿Por qué los contratos del Gobierno siempre van a parar a manos de los correligionarios del partido en el poder?
-¿Por qué necesitan tantos asesores los legisladores? ¿Serán incapaces de hacer su trabajo? ¿Por qué se postularon si no saben administrar?
-¿Por qué nunca están en sus oficinas? ¿Por qué faltan tanto a las sesiones de la Legislatura si ese es su único trabajo?
-¿Por qué no hay una sola cámara legislativa en vez de dos, como pidió el pueblo?
-¿Por qué necesita una isla pequeña 78 municipios que hacen fiesta con los dineros del pueblo? ¿No bastaría con cinco: norte, sur, este, oeste y centro?
-¿Por qué gasta tanto el Departamento de Educación y la instrucción está cada vez peor?
-¿Por qué no es el maestro -que tiene el futuro del país en sus manos- el funcionario más importante y el mejor remunerado de todos?
-¿Por qué se gasta tanto en publicidad y tan poco en infraestructura?
-¿Por qué no se supervisan adecuadamente los trabajos contratados, asignando responsabilidades a quienes -por desconocimiento o desidia- lo hacen mal?
-¿Por qué se vociferan tantas consignas patrióticas y no se atiende a los elementos necesarios para construir una nación: el trabajo bien hecho y constante, la sobriedad en el consumo, el cuidado de nuestra tierra, la solidaridad entre nosotros mismos?
-¿Por qué importamos, al amparo de una ley, a millonarios de afuera y permitimos que emigren tantos boricuas? ¿Será una estrategia de sustitución de la población?
-¿Por qué el Partido Popular Democrático (PPD) no abandona de una vez por todas la fórmula fracasada del Estado Libre Asociado (ELA) para defender una fórmula autonómica digna, contraria al coloniaje?
-¿Por qué el Partido Nuevo Progresista (PNP) no se acaba de quitar la careta del cacareado amor a los Estados Unidos y reconoce de plano que lo que le interesa de aquel país es el dinero?
-¿Por qué no se esfuerzan los independentistas en elaborar un plan económico para un Puerto Rio viable sin ayudas federales? ¿Por qué no dicen la verdad: que la independencia es posible pero con grandes sacrificios?
¿Seré la única que busque respuestas a preguntas como estas?
“No es la Junta el problema sino la consecuencia del problema. Nuestra furia debería dirigirse a los políticos incompetentes y corruptos”.